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Los cuatro principales responsables de la unidad de Juego de la Ertzaintza han denunciado a tres agentes de su grupo que previamente les habían llevado a los tribunales por un presunto mobbing. El caso supone una vuelta de tuerca dentro de la Policía autónoma, ya que en los últimos meses se habían producido varias denuncias internas por supuestos casos de acoso moral en el trabajo.

Las denuncias de la unidad de Juego -la sección de la Ertzaintza dedicada a controlar, entre otro tipo de cuestiones, los espectáculos públicos y las apuestas- se remontan a noviembre del año pasado, cuando tres policías vascos presentaron una denuncia contra sus mandos en el Juzgado de Instrucción número 1 de Bilbao. En ella, los denunciantes aseguraban haber sido objeto de «argucias y maquinaciones» con el fin de «desgastarles física y psíquicamente». Los ertzainas remitieron al juez un informe sobre las presuntas «presiones» a las que habían estado sometidos por sus superiores. Los tres agentes enviaron también los datos de sus situación médica, de las bajas por estrés a las que se habían acogido e incluso el cuadro médico de uno de los denunciantes, que ingresó en la planta de psiquiatría de un hospital vizcaíno.

El Juzgado de Instrucción Número 1 de Bilbao que estudió el caso decidió sobreseerlo y archivarlo, al no encontrar ningún tipo de indicio de delitos. Posteriormente, la acusación pasó a la vía contencioso-administrativa, donde aún no se ha resuelto. De forma paralela, el sindicato Erne, al que pertenecen los tres agentes, solicitó la apertura de un expediente por parte de la unidad disciplinaria de la Ertzaitnza contra los mandos, petición que fue desestimada.

Después del sobreseimiento judicial, los cuatro jefes de la unidad de Juego decidieron llevar ante los tribunales a sus denunciantes. En el texto que remitieron al Juzgado de Instrucción número 1 de Bilbao, los mandos aseguran que, a raíz de la denuncia, se les ha «perseguido, humillado y vilipendiado» y se les ha tratado «como si fueran delincuentes que pretendían restringir el derecho de los trabajadores», por medio del «falseamiento de hechos y realidades». Ante esta situación, los responsables de Juego reclaman a los tres ertzainas que les indemnicen con una cantidad de 1.250 euros a cada uno por «las situaciones de ansiedad y descrédito que han sufrido» desde que se conocieron las denuncias contra ellos.

El sindicato de la Ertzaintza Erne hizo público ayer un comunicado en el que anunció que «respaldará totalmente» a sus afiliados denunciados. Según la central, los tres ertzainas están siendo objeto de una persecución por parte de sus superiores, «cuyo último eslabón es, precisamente. esta denuncia».

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El Correo

Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

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