Los responsables del Colegio de La Vallina de Luanco y el Ayuntamiento de Gozón mantienen que el incendio que la madrugada del pasado sábado inhabilitó el comedor escolar del centro se debió a un cortocircuito. Según explicó ayer el alcalde de Gozón, Salvador Fernández, los técnicos han comprobado que junto a la colchoneta que ardió había unos enchufes y cables que podrían haber estado en el origen del incendio.
De este modo se descarta cualquier responsabilidad de los usuarios de estas dependencias, que además de ser comedor escolar son utilizadas por distintas agrupaciones del concejo como la Banda de Gaitas de Luanco, el grupo de baile de la capital gozoniega o el coro «El León de Oro».
El incendio no causó daños de importancia en el comedor, pero generó mucho humo y tanto las mesas como las paredes quedaron manchadas de ceniza. Esto obligó a los responsables del centro a cerrar el comedor, que no estará de nuevo operativo hasta la próxima semana. Así, los 50 niños que a diario comen en esta sala lo hicieron ayer y lo seguirán haciendo toda la semana en la biblioteca del centro educativo.
Ayer comenzaron las tareas de limpieza de las dependencias que resultaron afectadas por el fuego. De estos trabajos se encargaron operarios del Ayuntamiento de Gozón, que tuvieron que utilizar pistolas de agua a presión para lograr limpiar el mobiliario, que quedó completamente negro. Junto a ellos trabajaron las personas que habitualmente se encargan de la limpieza en el colegio de la capital gozoniega.
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