En el ámbito nacional ese descenso se sitúa en el 22,4%. «Es necesario estar en alerta permanente para mejorar esos datos», subrayó el representante regional.
El secretario general de USO Asturias, Francisco Baragaño, se refirió durante la reunión a otro de los aspectos que afectan a la salud laboral de los trabajadores: la eventualidad y el despido libre y apostó por recuperar la campaña de las 35 horas semanales, que insta a «trabajar menos para trabajar todos». Pese a que ello implica una reducción de salarios, redundaría en una mejora de los datos de creación de empleo, subrayó Baragaño, al tiempo que criticó que la patronal trate de emprender una nueva reforma laboral sin prometer nuevos empleos.
Preguntado sobre la viabilidad del «modelo austriaco» que pretende implantar el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, Baragaño subrayó que en cuestiones laborales «ya está todo inventado», al tiempo que reclamó una reforma del mercado de trabajo «que sea generadora de empleo» e implique a los empresarios. Con el modelo austriaco, la indemnización por despido se transforma en un fondo salarial, de manera que, mes a mes, la empresa ingresa la parte proporcional de esa indemnización en una cuenta. Si es despedido, el trabajador puede rescatar los fondos y cobrar íntegra su indemnización. Pero si no lo es, y cambia voluntariamente de empresa, conserva esos fondos, trasladándolos a la nueva empresa.
Antonio González declinó pronunciarse sobre la posibilidad de implantar ese modelo en Asturias por tratarse de un tema todavía «en mantillas». En todo caso, explicó que ese sistema lo que propugna es que la indemnización por extinción de contrato adquiera «un matiz de seguro para el trabajador». Pese a todo apuntó que, hoy por hoy, el ordenamiento jurídico español «no va por ese camino», por lo que habría que hacer una reforma «de mucho calado» en las previsiones estatutarias actuales por extinción de contrato.
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