El Ministerio Público decide pedir pena de prisión por las lesiones debido a la gravedad de la enfermedad y secuelas El médico forense ratifica que la cola con N-Hexano fue el tóxico mientras que otro perito dice que no se puede aseverar.
Intensa fue ayer la segunda y última jornada de la vista oral seguida contra los gerentes de Manufacturas Lozamed S. L y Inadyp S. L. por el caso de parálisis de calzado, enfermedad que afectó a una pareja, José María Hita, de 41 años, y Pilar Garrigós, de 39, como consecuencia de su trabajo consistente en el pegado de cortes de zapatos, realizado en su domicilio, desde octubre de 1999 a julio de 2000. Todo el juicio se desarrolló en torno a tres cuestiones.
¿Son los dos imputados responsables de la dolencia sufrida por los denunciantes o fueron meros testaferros? ¿Si así es, son culpables de un delito contra los trabajadores por la omisión de la prevención de los riesgos laborales pese a saber del peligro del adhesivo proporcionado a los afectados, en este caso el Cement 1304? ¿La cola proporcionada a estos dos trabajadores es la causante de la parálisis y, en su caso, el producto N-Hexano es el agente tóxico y fue distribuido por los acusados?
Para dilucidar estos extremos desfilaron ayer por la sala de vista varios peritos. El médico forense, que ha seguido durante más de un año, la evolución de la enfermedad sufrida por José María y Pilar, fue categórico a la hora de afirmar que la dolencia no fue provocada por un virus u otra cosa, sino por la exposición continuada a los vapores de N-Hexano. Explicó que la polineuropatía sensitiva motor axona desmielinizante, la llamada parálisis del calzado, deja secuelas permanentes en poquitos casos y que los síntomas tardan en desaparecer entre uno y tres años.
El especialista en Medicina del Trabajo, Fernando Blasco, perito propuesto por la acusación particular, no dejó lugar a dudas sobre el tipo de enfermedad padecida, la causa de la misma, el N-Hexano, y la gravedad de las secuelas neurológicas que siguen padeciendo los dos afectados. Éstas se dan en pocos casos de parálisis de calzado. Blasco explicó que José María y Pilar pueden hacer esfuerzos, pero no de forma continuada, lo que les invalida para algunos tipos de trabajo.
El que introdujo una duda fue el perito judicial, aunque, tal como señaló el fiscal y la abogada de la acusación particular, Aurora Salida, fue el único que no examinó a los enfermos. Aseguró que no se puede determinar la etiología de la enfermedad y que el juicio que se emita es de «probabilidad y no de certeza».
La neuróloga, que siguió durante meses a los dos enfermos, aseguró sin pestañear que se trataba de la parálisis del calzado y que el agente tóxico había sido el N-Hexano.
En sus conclusiones definitivas, el fiscal consideró que a tenor de las pruebas practicadas debía modificar sus solicitudes de pena así como la cuantía del resarcimiento para los afectados. Mantuvo su imputación contra la gerente de Lozamed, Eva M. L, y Gaspar M. N., apoderado de Inadyp, por considerarlos representantes legales de ambas empresas, y solicitó para cada uno cuatro años de prisión por dos delitos contra la seguridad de los trabajadores.
Varió su petición respecto al delito de lesiones de imprudencia grave aunque sólo en el caso de José María de Hita por considerarlas de gran envergadura. En vez de los 18 arrestos de fin de semana solicitó un año de prisión
Pero efectuó los mayores cambios respecto a las indemnizaciones. En el caso de José María aumentó de 545 días de impedimento a 680 y subió de 30 a 60 euros la valoración diaria. Lo mismo hizo con Pilar. El resarcimiento total pedido por el fiscal ayer para la pareja fue de 94.860 euros, casi el doble de la valoración inicial de 51.800 euros.
La acusación mantuvo sus peticiones de 8 años de prisión por los dos delitos para cada uno de los imputados y de una indemnización de medio millón de euros.
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