Los termómetros de mercurio no deberían ser usados porque ese químico puede ser nocivo, por lo que se recomienda el empleo de termómetros digitales, según la Academia Norteamericana de Pediatras. Numerosos peligros rodean un objeto omnipresente en casi todas los hogares, y que parece ahora destinado al depósito de chatarra médico.
Si el termómetro se rompiese, los vapores podrían ser absorbidos por el cuerpo, advirtieron especialistas, citados en el último de la revista de la Academia.
Adicionalmente, la quema o el desecho inadecuado de los termómetros puede liberar el mercurio a distintos flujos.
Una larga exposición al mercurio puede causar daños neurológicos en los niños.
Varias ciudades y hospitales han eliminado los termómetros de mercurio, y algunos de los grandes establecimientos comerciales han dejado de venderlos. Pero todavía “hay muchos en los botiquines”, dijo Alex Cain, científico de la Agencia de Protección Ambiental.
Caín señaló que los termómetros deberían ser llevados a centros para deshechos peligrosos en vez de ser tirados a la basura.
Nuevas alternativas para suplantar dicho termómetro son los termómetros digitales, que están disponibles en el mercado.
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