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Ambos especialistas participaron en Asunción de una cumbre internacional de expertos en “Enclavijado Endomedular”, organizado por la Sociedad Paraguaya de Ortopedia y Traumatología. Entre otras cosas aseguran que se trata de la causa de muerte más importante de 0 a 45 años, más que el cáncer y las enfermedades cardiovasculares. La única medida es la prevención y el buen tratamiento inicial del paciente. Además, recomiendan un centro especializado en traumas por cada millón de habitantes, con lo que Paraguay requeriría cinco centros como Emergencias Médicas.

-¿Cuál es la implicancia que tienen sobre la salud de la población los accidentes de tránsito en el mundo?
-VV: La consecuencia más grave es que se está perdiendo gran parte de la generación joven de entre 20 y 35 años. Todo esfuerzo debe hacerse para evitar los accidentes de tránsito, causados por la velocidad y las calles en malas condiciones. Y tanto más importante que eso, es la intoxicación por drogas y por el alcohol como causas. En países de Africa, donde los autos son viejos y las calles no son adecuadas, los accidentes van en aumento y son mucho más elevados y los trastornos más simples causados, como la rotura del fémur, debido a las condiciones precarias de salud en esos lugares, pueden ser causas de muerte.

-¿El sistema de salud no está preparado para enfrentar el mal?

-VV: En muchos países no está preparado el sistema para asistir a los pacientes porque muchas veces no hay un anestesista de guardia y no hay la infraestructura tecnológica, ni de material humano para hacer frente a esta situación.

-¿Los accidentes son una epidemia?

-AB: Los accidentes de tránsito en el mundo y en los países sudamericanos constituyen la causa de muerte más importante entre 0 y 45 años, mucho más que el cáncer y la patología cardiovascular.

-¿Cómo se llegó a esta situación?

-AB: El mundo se dedica y sobre todo la Organización Mundial de la Salud a otros frentes -y no es que no sea necesario- virtiendo grandes cantidades de dinero para las luchas contra el cáncer y la patología cardiovascular. En cambio, para la prevención de accidentes es ínfimo lo que se ofrece desde el punto de vista del apoyo económico, educación de la población, etc. Se sigue olvidando que es la causa de muerte más importante de la población que sacará adelante a los países. Los accidentes se llevan a la gente que está en las edades mejores, la gente que está en el summun de la producción y de la que depende el crecimiento de los países. Es una cosa aberrante y absurda.

-¿Ante un problema tan grave cómo es que los gobiernos no toman medidas drásticas para prevenir?

-AB: Se toman algunas medidas, pero no las que se deberían tomar. Se debería controlar estrictamente la velocidad y el consumo de drogas. En los países más avanzados si la espirometría demuestra que el alcohol está por encima del límite aceptado, te retiran la licencia por seis meses, la primera vez, y la segunda vez te retiran por varios años. En nuestros países eso no ocurre y si le sacan a uno la libreta de conducir en Montevideo va y consigue en otra. No hay un registro nacional de conductores para que a aquél a quien se le suspenda la licencia quede registrado en una base de datos y no se le otorgue más. Los límites de velocidad en todos los países latinoamericanos también son muy altos y deberían ser más bajos como en Europa, por ejemplo.

-El mal estado de las calles también contribuye…

-AB: El estado de las calles, especialmente en Sudamérica, juegan un papel importante, pero no es tan fácil cambiar toda la infraestructura del pavimento en las calles, lleva su tiempo. Lo que se debería hacer en primera instancia es mejorar los aspectos del tratamiento médico de este tipo de patologías, la infraestructura tecnológica y la preparación de los médicos. Pero para empezar, es fundamental el control de la velocidad y sobre todo el control en las ciudades, no en las carreteras.

-¿Por qué en las ciudades?

-VV: El número de accidentes graves en carretera, en proporción con la cantidad de autos, es siempre muy inferior a los accidentes que provocan daño definitivo o muerte en las ciudades. Es fundamental aumentar la cantidad de hospitales con la infraestructura adecuada para tratar a los pacientes traumatizados. Se debería crear un centro de trauma por cada millón de habitantes distribuidos en regiones estratégicas de cada país.

-¿En Europa es así?

-VV: Es una política que se sigue en Europa, con una infraestructura médica cara, pero es mucho más caro invertir en la población desde que el niño nace con todos los cuidados de salud, educación y toda la preparación profesional para luego perder sus vidas. Se pierden personas capacitadas, pues si no fallecen quedan con un daño secuelar definitivo y eso afecta a la humanidad. El trauma, en las primeras cuatro décadas de la vida, es la que crea mayores pérdidas que no se contabilizan.

-¿Cómo es eso?

-AB: En primer lugar, lo que se contabiliza comúnmente es exclusivamente lo que se pierde en dinero en daños materiales. No se contabiliza como pérdida la población que deja de trabajar y de restituir a sus países con toda la capacidad productiva. En países de America Latina no se contabiliza como pérdida esa gente que costó mucho preparar. Por eso, la creación de centros de traumas es fundamental porque permite salvar vidas. Otra falencia de nuestros países es que cuando se salvan vidas, los pacientes quedan en tan malas condiciones que son inútiles para la sociedad y pasan a ser una carga enorme para todos. Cada vez más esto se convierte en un aspecto negativo de las sociedades.

-¿Qué es lo fundamental para los centros de trauma?

-VV: Crear especialistas en trauma, de la misma manera que se crean en otras áreas de la medicina. Estas personas son las que deben y saben manejar al paciente traumatizado o politraumatizado. Se tendría que formar una persona que supiera manejar las consecuencias de un accidente de tránsito en forma correcta y en cada una de las áreas afectadas (cabeza, cuello, brazo, piernas, rodillas, etc.) con respecto exclusivamente a la parte traumatológica. El atleta más completo, el mejor, no es el que corre los cien metros llanos o salto alto, sino ese que hace pentatlón o decatlón, o sea el que es más completo y que maneja más áreas.

-¿Cómo se pueden prevenir los accidentes para evitar que sigan desangrando el presupuesto de salud pública?

-AB: Se requiere, en primer lugar, como ya dijimos, un registro nacional de conductores y de accidentes. Por otro lado, para la sociedad siempre es mucho más cara la asistencia de un paciente politraumatizado con secuelas a los cuales hay que darle una pensión, asistencia médica durante años, que tener todo disponible para tratarlo bien de entrada. En la medicina lo que se trata bien de entrada es lo que tiene más chance de quedar bien y generar menos gastos a la sociedad. Un paciente que no evoluciona bien de su lesión inicial le cuesta a la sociedad no menos de siete veces de lo que sería si se lo hubiera tratado bien de entrada. Eso es lo que los gobernantes de nuestros países lamentablemente no entienden.

-¿Y la sociedad en general?

-VV: Los médicos que se dedican a solucionar un problema de rodilla, un ligamento cruzado anterior en un futbolista famoso se merecen ganar mucho dinero y salen en toda la prensa. Lo que se requiere para el trauma es que sea así para toda la población, porque la población en general es la que sufre un accidente grave incluyendo el más famoso futbolista, el profesional común o un simple peón. Todo ese grupo, que forma la mayoría de las capas de la sociedad, no puede escapar al trauma. Pero parece que esto a la gente no le interesa, no sale publicado, nadie le da difusión. Llena más una página el gol que hizo un jugador para salir campeón que la epidemia que está ocurriendo en forma silenciosa.

-Una situación muy grave…

-AB: Al trauma se lo llama la enfermedad silenciosa del siglo XX y XXI. Ese es el nombre. Se le dice silenciosa porque nadie quiere hablar del trauma, porque requeriría una reforma muy importante de toda la actividad existencial médica desde el que va a llamar por teléfono para rescatar, dar la asistencia inicial, asistencia médica especializada, etc. Nadie habla nada de eso. Lo único que resalta es si falleció alguien, pero nadie habla que una persona quedó con una secuela definitiva severísima porque se la olvida. Eso pasa con el trauma, solo se estimula lo que vende y para los políticos lo importante no es el problema del trauma, sino la inauguración de un hospital. Entonces van desde el presidente hasta el último oficial del ministerio a cortar la cinta sin tener en cuenta que lo que está dentro puede ser útil o no. Enfrentar en serio el problema hará que la sociedad en su conjunto, sea de la clase alta o baja, siga trabajando y rindiendo sus frutos al país en el cual están viviendo.

-Ese es el objetivo final de enfrentar el trauma…

-VV: Restituir a los que sufren los accidentes a la que era su actividad previa en las mejores condiciones posibles. Esa es la medicina en general y una rama muy importante que afecta a todas las capas de la sociedad. Reitero, lo fundamental es la restitución del paciente en el tratamiento inicial bien hecho, antes que seguir asistiendo a un inválido en todo el resto de la vida.

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Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

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