El 28% de los profesionales de enfermería de centros de salud sufrió algún pinchazo accidental el pasado año, con el riesgo de contagio que conlleva, aunque sólo el 52% de ellos se sometió después al análisis de prevención pertinente, según un estudio, presentado ayer, sobre riesgos laborales en este colectivo.
El “Estudio AstraZéneca sobre riesgos profesionales del colectivo de enfermería de centros de salud” es fruto de encuestas telefónicas realizadas entre octubre y noviembre del 2003 a 302 profesionales de todas las CCAA, de los 15.000 existentes en España.
La investigación revela que los riesgos que estos trabajadores perciben como los más importantes son los pinchazos accidentales (73%) y la posibilidad de ser objeto de agresiones (64%), sobre todo por tener que realizar de forma individual visitas a domicilio, y, sin embargo, el 94% asegura que está “satisfecho” de la labor que realiza.
El 32% dijo haber sufrido al menos una agresión a lo largo de su ejercicio profesional, aunque en el 79% de los casos se produjo en el propio centro y sólo el 21% las padecieron durante las visitas a domicilio.
Pese a considerarlo un riesgo grave, el 48% de los encuestados que habían sufrido un pinchazo accidental reconoció no haberse sometido después a los análisis pertinentes de prevención.
La razón fue considerar que no existía riesgo porque el material aún estaba estéril cuando se produjo el pinchazo (32% de los casos), o porque se conocía el historial del enfermo (29%). Sin embargo, en este último caso el enfermo puede tener enfermedades sin diagnosticar y existe peligro para los sanitarios, señaló la responsable médico de oncología de AstraZéneca, María García de Paredes, durante la presentación del estudio.
La directora de la empresa responsable del estudio, Maite Palacios, señaló que muchos encuestados manifestaron que, a pesar de conocer las medidas preventivas, a veces no las utilizan para “no asustar o no perder la confianza del paciente”, aunque el 85% dice usar guantes siempre y el 12% confiesa hacerlo sólo “bastante”. En ese sentido, García de Paredes subrayó que, aunque se trata de una profesión “muy vocacional en la que el papel humano tiene una enorme importancia”, es necesario “conocer y concienciarse” sobre los riesgos de la profesión.
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
