Usted preside Fesvial, Fundación Española para la Seguridad Vial, creada el pasado mes de octubre ¿Por qué nace Fesvial? ¿Cuáles son los principales fines y objetivos de esta Fundación? ¿Qué campañas está llevando a cabo desde su creación?
Según la Organización Mundial de la Salud los accidentes de tráfico son uno de los mayores problemas de salud pública de la civilización moderna. Ante tanto dolor y tanta tragedia había una deuda y una obligación social de poner en marcha una fundación, que tiene muchos objetivos entre los que destacan los siguientes: aglutinar esfuerzos y movilizar a la sociedad en este tema; investigar todo lo relativo a las causas de los accidentes y su prevención; finalmente difundir y divulgar todo aquello que pueda contribuir a prevenir el riesgo vial. En definitiva, la fundación nace con la convicción de que los accidentes son tan graves como evitables.
Pero la historia no se mueve sola. Para mejorar la seguridad hay que sumar muchos esfuerzos, movilizarse desde todos los sectores sociales, un acto de responsabilidad que es el marco generoso que da sentido al nacimiento de FESVIAL. En esta línea, actualmente estamos desarrollando varias campañas masivas de formación-información para la prevención de los riesgos en el tráfico, a través de muchas empresas y organismos que quieren colaborar con nosotros, así como con numerosos medios de comunicación.
El pasado mes de enero se presentó un estudio sobre el deterioro por el paso del tiempo de los conocimientos de los conductores en material normativa, señalización y seguridad, en el cual se asegura que el 96,5% de los conductores españoles suspenderían el examen teórico de conducir si volviera a realizarlo ¿Cuáles son los principales resultados de este estudio?
Efectivamente, CNAE y ZURICH, patrocinaron un estudio que tuve la suerte de dirigir, para investigar el olvido, desconocimiento o deterioro de los conocimientos de los conductores con permiso de conducir en las áreas de normativa, señalización y seguridad vial. Para ello se utilizó un test tipo de treinta peguntas -de los habituales en los exámenes de la DGT- y se pasó a más de 2.000 conductores de toda España. Los resultados fueron más que preocupantes. Sólo un 3.5% de los que tienen permiso de conducir aprobarían el examen. Pero lo más grave es que casi la mitad de los conductores “examinados”, desconocían la mitad de las preguntas planteadas en el cuestionario.
El desconocimiento es grave en las tres áreas del examen -normativa, señales y seguridad vial- aunque se produce de manera más acentuada en el ámbito de la normativa, se da más en los conductores con mayor antigüedad en el permiso, en los de menor nivel cultural y en los que no son profesionales, no existiendo diferencias entre hombres y mujeres.
Siguiendo con los resultados de este estudio ¿Qué medidas se pueden proponer para paliar esta pérdida de conocimientos en los conductores? ¿Qué ocurre con estos conocimientos cuando el trabajo está relacionado con la conducción?
Hay plena coincidencia entre lo que dice la ciencia y lo que dicen los conductores: la mejor forma de prevenir el siniestro es la educación y la formación, muy por encima de otro tipo de estrategias. Teniendo en cuanta los datos de esta investigación resulta claro que es absolutamente necesario tomar toda una serie de medidas en varios sentidos. Mejorar el sistema de enseñanza teórico que no es obligatorio en una autoescuela y que está demasiado centrado en el test, que es la forma más cómoda de aprobar y el camino más seguro para olvidar rápido lo aprendido. Por otra parte habría que hacer reciclajes periódicos de los conductores, posiblemente no obligatorios, pero si voluntarios. Además, pasados unos años de obtener el permiso de conducir, habría que enviar información a los conductores, así como hacer campañas masivas constantes de los cambios normativos que se produzcan.
En lo que se refiere a los conductores que están en un trabajo relacionado con la conducción, este colectivo tiene mejores conocimientos que la población general pero también suspenden masivamente. Esto es especialmente grave teniendo en cuenta su actividad y en ocasiones el tipo de vehículo que manejan.
En definitiva, está muy bien tener carreteras inteligentes; también hemos conseguido fabricar coches inteligentes, pero de nada nos va a servir si no hacemos también conductores inteligentes, porque en las manos del conductor siempre estará la decisión última que puede provocar o evitar un accidente.
¿Existen diferencias entre las comunidades autónomas en cuanto al conocimiento en normativa, señalización y seguridad vial?
Los datos obtenidos en el estudio nos ha permitido comprobar que el déficit de conocimientos se da en todas las comunidades autónomas, aunque no en la misma medida. La nota más alta (dentro del suspenso masivo) la obtendrían Cantabria, Asturias y la Rioja. En una situación intermedia están Castilla y León, Navarra, Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla. Y el resto de las comunidades están por debajo, siendo la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana las que ocupan los peores puestos por puntuación.
Según el Balance de Seguridad Vial 2008, presentado por el Ministerio del Interior y la DGT, los muertos por accidente de tráfico en nuestras carreteras han descendido respecto del año anterior un 20,4%, lo que supone 560 fallecidos menos que en 2007. ¿A qué se debe este descenso de la siniestralidad?
En un año no han cambiado las carreteras y los coches como para explicar un descenso tan significativo de los muertos. Claramente lo que ha cambiado es el comportamiento de los conductores. Aparte de la buena gestión de la DGT hay factores claros que están explicando el tema: el permiso por puntos, que es considerado por el 92% de los conductores como algo clave en esta mejora de la seguridad; los cambios en el código penal, también valorado positivamente por el 90% de los usuarios de vehículos; las campañas, etc. Pero lo más importante en este cambio ha sido la madurez de la sociedad y los medios de comunicación, que han sido fundamentales para que se produjera una mayor conciencia del riesgo vial y su gravedad. Y no es para menos. No olvidemos que en España en los últimos diez años han muerto 53.000 personas en accidente, ha habido ocho millones de heridos según los seguros y el coste económico de los siniestros ha sido de 160.000 millones de euros.
Un 40,3% de los accidentes laborales mortales en España se produce al volante, lo que supone una media de aproximadamente 512 trabajadores muertos durante la jornada laboral, la mayoría en accidentes al ir o volver al lugar de trabajo (in itínere). ¿Cómo se puede implantar la cultura de la seguridad vial al mundo de la empresa y conseguir que se impliquen en la reducción de accidentes?
Decía Víctor Hugo que cuando una muerte es evitable dejar morir es un crimen imperdonable. Los accidentes no son accidentales y por ello son claramente evitables. Es duro y triste ver datos de la cantidad de accidentes en itínere y en misión que se producen sin que a este grave tema se le preste atención. De hecho a nivel general no hay actividad de prevención para abordar este problema. La solución es clara. Hay que poner en marcha programas totalmente elaborados -para facilitar su implantación- que se les faciliten a las empresas y a su vez hay que concienciar a las empresas de dos cosas: su responsabilidad en la seguridad de los trabajadores y, aunque secundario, la rentabilidad que hay si no se producen siniestros. No olvidemos que estos cuestan al país anualmente 16.000 millones de euros, muchos de los cuales recaen sobre las empresas.
El 22% de los muertos en 2008 por accidente de tráfico no llevaba el cinturón de seguridad. ¿Qué hace falta para concienciar a los conductores de la importancia del uso del cinturón?
Según la Organización Mundial de la Salud, el invento del cinturón es comparable al invento de la vacuna. Es un sistema de seguridad pasiva sobre el que no existe ninguna duda en el mundo científico que investiga los accidentes. Para fomentar su uso hay que utilizar dos estrategias. La primera ha de atacar la creencia que tienen muchos conductores cuando afirman: mi capacidad para conducir es tal, que nunca tendré un accidente, por lo que es absurdo e innecesario ponerme el cinturón de seguridad. La otra vía de concienciación para el uso del cinturón es acabar con los falsos itos. Por ejemplo. “Mucha gente se salva porque salió despedida del coche”. Los datos científicos de miles de accidentes estudiados dicen que si no se lleva cinturón y salimos despedidos del vehículo la probabilidad de sufrir lesión medular grave se incrementa en un 1.300% y la posibilidad de muerte en un 300%. Esa es la mejor vía de ataque del problema.
¿Qué sistemas de control podrían implementar en los vehículos las empresas para reducir los accidentes de tráfico?
En mi opinión el mejor control es el autocontrol, porque ese actuará cuando estemos vigilados y cuando no lo estemos. Y este autocontrol solo se consigue con una buena formación e información, que es algo que falta de manera clara en el mundo de la empresa. Hay personas que nunca cumplirán la norma. Es evidente. Pero las hay que no la cumplen simplemente por que la desconocen o porque no saben su justificación. Un ejemplo sencillo. No es lo mismo decir que hay que ir a 50 km/h en un núcleo urbano que añadir que a más de 55 km/h un atropello ya puede ser mortal.
Últimamente estamos viendo en televisión campañas para reducir los puntos negros de las carreteras ¿Toda la culpa de los accidentes de tráfico es de los conductores o también tiene su parte de culpa el diseño y mantenimiento de carreteras, cruces, señalización, etc.?
La respuesta es clara desde el punto de vista científico. Generalizando, todos los estudios hechos en España, USA y la Unión Europea coinciden en esto: los vehículos están implicados entre un 3-5% de los accidentes; la vía entre un 15-35%; el factor-fallo humano entre un 70-90%. Además, lo curioso es que en las encuestan sociológicas, los conductores tienen también la misma opinión. Los puntos negros son importantes pero atención, en ellos se producen en España menos del 4% de los muertos, mientras que la distracción (por el móvil, el GPS, el cigarrillo, etc.) está presente en el 40% de los accidentes mortales.
La implantación del sistema de puntos y retirada del carnet de conducir, así como las nuevas sanciones penales por tasas elevadas de alcohol en España han supuesto mucha controversia entre los conductores, ¿Cree que el endurecimiento de las sanciones influye positivamente para reducir las tasas de accidentalidad en la conducción?
Definitivamente si. Además, la mejor forma de saberlo es peguntar a los conductores. Según una reciente encuesta que realizamos financiada por ARAG, los propios conductores dicen de manera clara que para frenar la siniestralidad todavía sería necesaria una mayor dureza con las infracciones muy graves. No obstante la estrategia siempre mejor valorada y con la que yo más me identifico por sus resultados, es la apuesta por la formación.
Por último, ¿Qué consejo básico de seguridad vial puede darnos para recordarlo cuando nos montemos cada día en nuestro vehículo?
Hay muchas formas de morir. Todas son terribles. Pero la más trágica y estúpida es la que se produce en un accidente de tráfico, porque esa era claramente evitable. Además recordemos que en el tráfico el riesgo no sólo es para uno mismo, sino que además se imponer y comparte con los otros usuarios de las vías. Ese es el gran problema del tráfico.
Prevention World|Prevention World
El Dr. Luis Montoro González es Catedrático de Seguridad Vial de la Universidad de Valencia y Presidente de la Fundación Española para la Seguridad Vial (FESVIAL). Ha sido Decano de la Facultad de Psicología de dicha Universidad y miembro fundador y Director del Instituto Universitario de Tráfico y Seguridad Vial (INTRAS). Ha publicado más de 30 libros y dirigido una gran cantidad de proyectos de investigación y tesis doctorales en el ámbito de la Seguridad Vial. Realiza una extensa actividad investigadora con diferentes centros nacionales e internacionales. Ha comparecido en numerosas ocasiones en el Congreso y el Senado citado como experto en Seguridad Vial y ha recibido más de 20 premios nacionales e internacionales en reconocimiento a su labor investigadora, estando en posesión de la medalla al mérito de la Seguridad Vial de la Dirección General de Tráfico.
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El Dr. Luis Montoro González es Catedrático de Seguridad Vial de la Universidad de Valencia y Presidente de la Fundación Española para la Seguridad Vial (FESVIAL). Ha sido Decano de la Facultad de Psicología de dicha Universidad y miembro fundador y Director del Instituto Universitario de Tráfico y Seguridad Vial (INTRAS). Ha publicado más de 30 libros y dirigido una gran cantidad de proyectos de investigación y tesis doctorales en el ámbito de la Seguridad Vial. Realiza una extensa actividad investigadora con diferentes centros nacionales e internacionales. Ha comparecido en numerosas ocasiones en el Congreso y el Senado citado como experto en Seguridad Vial y ha recibido más de 20 premios nacionales e internacionales en reconocimiento a su labor investigadora, estando en posesión de la medalla al mérito de la Seguridad Vial de la Dirección General de Tráfico.
Fuente Prevention World Magazine Nº 24|Prevention World Magazine Nº 24
Este contenido ha sido publicado en la sección Entrevistas de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
