“Trabajar para el siguiente” es una forma de realizar las actividades diarias. Todo el mundo puede ponerla en práctica: es ética y si la practicáramos, todos ganaríamos. Está basada en el hecho de que todo está interrelacionado entre sí y, como se reflexiona en este escrito, es una gran compañera para la economía del bien común y la prevención de los accidentes laborales.

El mundo está interconectado

Se habla del “efecto mariposa” por el cual el movimiento de las alas de una en un lugar del mundo puede ocasionar un “tsunami” en otra parte del mundo. También del concepto “aldea global” por el que las comunicaciones permiten conocer de manera instantánea que efectivamente esa relación existe y qué forma tiene.
Ejemplos de esa interrelación global los tenemos en todos los ámbitos de actividad. Las actividades del ámbito empresarial afectan al ámbito familiar y al medioambiental; las del ámbito medioambiental afectan a su vez al ámbito de la salud; las actividades del ámbito político afectan al ámbito familiar, al laboral, al financiero, al medioambiental etc. y muchas veces a todos ellos simultáneamente.
Pues bien, en este panorama de interrelación,” trabajar para el siguiente” es que cada quien lleve a cabo sus actividades individuales de manera de evitar “hechos indeseados” a los siguientes.

¿Qué son los hechos indeseados?

El significado de “hechos indeseados” en cada ámbito de actividad cambia pero es sencillo de comprender, porque todos tenemos una idea intuitiva de ellos; por ejemplo, en el ámbito familiar la actividad de comunicar entre padres e hijos puede producir hechos indeseados en forma de enfados innecesarios entre ellos; en el ámbito laboral los hechos indeseados pueden ser errores en procesos de trabajo que causan retrasos, repeticiones o incluso accidentes en los siguientes; en el ámbito financiero sabemos por experiencia que un producto financiero puede producir desahucios a los prestatarios, en el ámbito político, una ley puede producir malestar entre la población si se diseña o se ejecuta de manera inadecuada etc.

Lo que “Trabajar para el siguiente” implica

Trabajar para el siguiente va de personas en relación con otras personas, y de las influencias que las actividades de unas ejercen sobre otras; es una filosofía de actuación personal a todos los niveles: social, laboral, comportamiento, financiero, político etc., que tiene en cuenta la interrelación de lo que hacemos, con el entorno propio y estimula la realización de las actividades de manera de evitar “hechos indeseados” a otros, empezando por los siguientes más próximos.

Trabajar para el siguiente requiere reflexionar acerca de las actividades que realizamos como individuos y cómo afectan a los otros; conocer quiénes son los siguientes, así como cuáles son sus expectativas y las consecuencias de lo que nosotros realizamos, sobre ellos; y todo con el objeto de realizar nuestras actividades de manera de evitarles “hechos indeseados”.

Trabajar para el siguiente es también una actitud para corregir nuestras actividades en el caso de que no habiendo previsto un daño sobre los demás y éste se produzca, se repare y se evite en una próxima ocasión. Es anticiparse al problema y avisar de nuestra actuación para que se puedan tomar precauciones.

Beneficios de Trabajar para el siguiente

Evitar “hechos indeseados” a los siguientes pone en marcha una cadena de beneficios: de nosotros a nuestro siguiente inmediato, de nuestro siguiente al suyo y así sucesivamente hasta afectar a muchos que no conocemos, hasta llegar al total de la economía del bien común. Y los beneficios al evitar los hechos indeseados son de todas clases: morales, éticos, psicológicos, medioambientales, económicos, reducción de accidentes laborales, o de tráfico etc.
“Trabajar para el siguiente” es posible puesto que para ello son necesarias pocas condiciones: conocer el concepto, una metodología sencilla y lo más importante: tener voluntad de hacerlo.

El concepto de “proceso” es la clave

La idea fundamental de trabajar para el siguiente descansa en el concepto de proceso, es decir, un conjunto de actividades que se realizan por una persona con el objeto de conseguir un fin determinado.

Todo lo que las personas realizan en cualquiera de sus campos de actividad son procesos. En el plano familiar un proceso es la comunicación entre los padres y los hijos, también es un proceso la enseñanza de las buenas costumbres, es un proceso corregir el comportamiento de los hijos por parte de los padres etc.

En los bancos, en los hospitales, en la Administración, en las Diputaciones, en el Ayuntamiento, en las Consejerías, en el Gobierno Central, en el Congreso, etc. en todos esos ámbitos de actividad las personas desarrollan procesos, cada uno con un objetivo determinado.

Procesos son las actividades diarias en el trabajo y en la vida privada. Son asientos contables, llamar por teléfono, conducir un coche, vender productos financieros, redactar una ley o un reglamentos, redactar un auto judicial, ejecutar un mandato judicial etc. Todo son procesos.
Todo proceso tiene la siguiente representación gráfica:

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En el esquema del proceso hay tres personas implicadas: el protagonista del proceso que es quien realiza las actividades, el precedente o precedentes , que proporcionan el objeto o la causa que origina el proceso es decir la entrada, y el siguiente o siguientes que es quien o quienes recibirán los resultados y las consecuencias del proceso.

El esquema de proceso ayuda a humanizar las relaciones entre las personas permitiendo al protagonista del proceso visualizar con cara y ojos a los posibles beneficiarios o damnificados por los resultados buenos o malos del proceso.

Para la realización del proceso el protagonista cuenta con recursos (instalaciones y equipos), capacitación y conocimientos, procedimientos y estipulaciones del proceso, escritas o no, y utiliza buenas prácticas para llevarlo a cabo. Trabajar para el siguiente ha sido definido a veces como una buena práctica de trabajo.

Los gobernantes, los directores de los grandes Bancos, y los ciudadanos de a pie, todos realizan procesos con el mismo esquema que hemos representado. Una diferencia entre los procesos que realizan unos y otros está en el número de los “siguientes” de sus procesos respectivos, pues mientras la cantidad de afectados por los procesos de decisión de un gobernante o un directivo bancario es muy grande, el número de afectados (siguientes) por los procesos que realizan los ciudadanos de a pie, es pequeño.

Hay Metodología disponible

Trabajar para el siguiente es un concepto sencillo y pegadizo que dispone de un método de aprendizaje probado en el campo de la prevención de riesgos laborales y en el de la mejora de competitividad empresarial, por el cual todos: expertos y no expertos en técnicas de gestión, pueden aprender a identificar sus procesos diarios, los elementos de los mismos y aplicar “trabajar para el siguiente” a su vida diaria.

Trabajar para el siguiente, cuenta con un método de implementación documentado para las empresas que deseen incorporarlo a su gestión. Está basado en tres pilares fundamentales: compromiso, trabajo en equipo y métodos de trabajo.

Artículo publicado en la revista Prevention World Magazine nº 63

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Alejandro Mendoza Plaza

Es auditor retirado de sistemas de gestión de la prevención. Ingeniero Superior Industrial, experto temas de Calidad, I+D, Técnico Superior en Prevención y Auditor retirado de sistemas de gestión. Ahora es colaborador de la asociación para el fomento de la Economía del Bien Común; ha escrito dos libros en donde se explica el método de gestión que se menciona en este artículo. A la venta en Prevention world en los siguientes enlaces:

Como implantar la cultura preventiva en la empresa

Integración de la Prevención en las empresas

Web autor: https://gestionculturapreventiva.wordpress.com/

Fuente

Este contenido ha sido publicado en la sección Artículos Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

Alejandro Mendoza Plaza

Alejandro Mendoza (https://gestionculturapreventiva.wordpress.com/) es Ingeniero Superior Industrial, profesional liberal, experto en temas de Calidad, I+D, Técnico Superior en Prevención y Auditor Autorizado de Sistemas de Prevención de las Empresas. Ha desarrollado el sistema AMeP Safe-Pro © para la gestión de la Prevención en las empresas. El sistema es integrable porque está orientado al proceso (como la ISO 9000:2000) y está documentado de forma coherente con ella. El Sr. Mendoza publica ocasionalmente artículos referidos a la integración de los sistemas de prevención en la empresa y a la GESTIÓN DEL CAMBIO CULTURAL como herramienta para ello; es además delegado de Crosby Associates para la Comunidad Valenciana.
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