Se consideran “áreas de riesgo” aquéllas en las que puedan formarse atmósferas explosivas en cantidades tales que resulte necesaria la adopción de precauciones especiales para proteger la seguridad y la salud de los trabajadores afectados contra los riesgos de explosión.
Las áreas de riesgo se clasifican en zonas, de acuerdo con la frecuencia con la que se forman atmósferas explosivas, y duración de las mismas. A los efectos de esta clasificación, se entenderá por “condiciones normales de explotación” la utilización de las instalaciones de acuerdo con sus especificaciones técnicas de funcionamiento.
Para determinar estas zonas, se tendrán en cuenta, fundamentalmente, los siguientes parámetros:
La identificación de las sustancias implicadas, y sus características destacables en materia de protección contra explosiones.
Identificación de fuentes de escape de sustancias inflamables (y de acumulaciones de polvo, en su caso) y la probabilidad de que puedan formar mezclas explosivas.
Si en el análisis de las instalaciones y procesos se constata que un elemento o equipo puede liberar sustancias inflamables o polvo, en su caso, en necesario determinar el “grado de escape”, estableciendo consecuentemente la probabilidad de frecuencia y duración del escape. Con este procedimiento cada escape puede calificarse como:
Grado de escape continuo: escape que se produce de forma continua o presumiblemente durante largos períodos o durante cortos períodos pero muy frecuentes.
Grado de escape primario: escape que se produce presumiblemente de forma periódica u ocasionalmente durante el funcionamiento normal.
Grado de escape secundario: escape que no se prevé en funcionamiento normal y si se produce es probable que ocurra infrecuentemente y en periodos de corta duración.
Una emisión que se produce, aunque de forma poco frecuente y durante cortos periodos de tiempo, pero en el funcionamiento normal, debe considerase primario.
Los escapes de grado secundario no están previstos durante el funcionamiento normal, sino que son generalmente atribuibles a sucesos no deseados. Por tanto, para definir su duración y frecuencia, ha sido necesario considerar el tipo o frecuencia de las revisiones y mantenimiento de los sistemas de prevención.
Como se ha indicado anteriormente, la clasificación de zonas se basa en la probabilidad de presencia de atmósfera explosiva, como consecuencia del escape.
El elemento básico para establecer los tipos de zonas peligrosas, es la identificación de las fuentes de escape y la determinación de su grado. A continuación se recoge la relación entre los tres tipos de zonas y el grado de la fuente de escape.
NOTA: Debe tenerse en cuenta que las zonas sin clasificación se entenderán como áreas donde en condiciones normales de funcionamiento no cabe esperar la presencia de atmósferas explosivas.
La ventilación, es decir, el movimiento de aire para reemplazar la atmósfera en un volumen (en nuestro caso alrededor de una fuente de escape), favorece la dispersión, pudiendo impedir la persistencia de una atmósfera explosiva y por tanto influir en el tipo de zona.
A los efectos del presente Documento, la ventilación puede clasificarse por su origen o tipo en:
Ventilación Natural: la que se realiza por el movimiento del aire causado por el viento o los gradientes de temperatura. Al aire libre, la ventilación será a menudo suficiente para asegurar la dispersión de la atmósfera explosiva que aparezca en el emplazamiento. La ventilación natural puede ser también eficaz en ciertos ambientes interiores.
Ventilación artificial: la que se realiza por el movimiento del aire proporcionado por medios artificiales como ventiladores o extractores, normalmente en interiores o espacios cerrados.
Asimismo, la ventilación puede clasificarse en tres niveles por su grado o eficacia, para el control de la dispersión y en la persistencia de la atmósfera explosiva, según la intensidad y disponibilidad de la ventilación y diseño del sistema.
VA: ventilación alta o intensa. Es capaz de reducir de forma prácticamente instantánea la concentración en la fuente de escape obteniéndose una concentración menor al Límite Inferior de Explosión. Resulta así una zona de pequeña extensión, con un efecto casi despreciable.
VM: ventilación media: es capaz de controlar la dispersión, manteniendo una situación estable, con una concentración inferior al LIE más allá de la zona confinada, mientras el escape se está produciendo. Cuando el escape cesa, la atmósfera explosiva no persiste durante mucho tiempo. Esta ventilación puede reducir la extensión de la zona.
VB: ventilación baja, no puede controlar la concentración durante el escape o cuando éste ha cesado es incapaz de evitar la permanencia de la atmósfera explosiva durante bastante tiempo. No tiene por tanto incidencia en la concentración de la atmósfera explosiva.
Por último, es necesario considerar el parámetro de disponibilidad de la ventilación, pudiendo establecerse los siguientes niveles:
Alta: la ventilación se mantiene de forma prácticamente continua.
Normal: la ventilación se mantiene en operación normal, pudiendo presentarse cortes en la misma poco frecuentes y de corta duración.
Pobre: La ventilación no puede catalogarse de disponibilidad Alta o Normal.
Teniendo en consideración que:
En emplazamientos en el exterior la evaluación de la ventilación natural se realiza asumiendo una velocidad del viento de 0, 5 m/s, de forma permanente. En este caso la disponibilidad de la ventilación puede considerarse “normal”.
Al valorar la disponibilidad de la ventilación artificial se considerará la fiabilidad de la instalación de ventilación/extracción y posibilidad de reserva en caso de fallo. Asimismo, se verificará si, en caso de fallo, se dispone de medidas para evitar el escape (parada automática del proceso), en tal caso se entenderá que la clasificación determinada con la ventilación en servicio no necesita ser modificada, es decir, se supone disponibilidad alta.
00votos
Valoración
Antonio Cuero Silvero
Antonio Cuero Silvero es Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales en el GRUPO INPREX
Prevention world utiliza cookies propias y de terceros para fines estrictamente funcionales, permitiendo la navegación en la web, así como para fines analíticos, para mostrarte publicidad (tanto general como personalizada) en base a un perfil elaborado a partir de tu hábitos de navegación (p. ej. páginas visitadas), para optimizar la web y para poder valorar las opiniones de los productos adquiridos por los usuarios.
Estrictamente necesarias
Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario para el propósito legítimo de permitir el uso de un servicio específico explícitamente solicitado por el abonado o usuario, o con el único propósito de llevar a cabo la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferencias
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para la finalidad legítima de almacenar preferencias no solicitadas por el abonado o usuario.
Analíticas y optimización
El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos.El almacenamiento o acceso técnico que se utiliza exclusivamente con fines estadísticos anónimos. Sin un requerimiento, el cumplimiento voluntario por parte de tu Proveedor de servicios de Internet, o los registros adicionales de un tercero, la información almacenada o recuperada sólo para este propósito no se puede utilizar para identificarte.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad, o para rastrear al usuario en una web o en varias web con fines de marketing similares.