Para poner en antecedentes a aquellos que no tengan claro en qué consiste la nanotecnología, a grandes rasgos se podría decir que se trata de un área que se dedica al estudio de materiales, aparatos o sistemas funcionales a través del control de diferentes materias a nano escala. Una vez que se conocen todas esas propiedades y cómo se pueden manipular, se pueden crear materiales, aparatos y sistemas con características únicas. Todo esto se ha logrado tras descubrir fenómenos y propiedades totalmente nuevas de la materia al operar con ella desde los átomos y moléculas que la forman.

Se prevé que estos avances tengan una amplia repercusión en distintos ámbitos de nuestras vidas que van desde la industria hasta la medicina, pasando por la construcción o el medio ambiente, entre otros muchos. Hasta tal punto podría llegar la influencia de los nanomateriales en nuestro día a día que el ex presidente del MIT, Charles Vest, llegó a afirmar que nos podría llevar a una segunda revolución industrial en el siglo XXI. Por lo tanto, no se trata de un área aislada, sino más bien de algo que puede cambiar nuestra forma de producir y hasta, si nos arriesgamos, nuestra propia sociedad tal y como la entendemos hoy en día.

Concretamente, la utilización de nanomateriales traerá consigo importantes avances para un gran número de industrias ya que se crearán nuevos materiales que serán más resistentes que el acero y únicamente con un diez por cierto de su peso. Además de esto, el mundo de la informática será más rápido, hecho que tendrá un gran impacto en la medicina y en la búsqueda de cura de determinadas enfermedades. Y estos son tan solo algunos de los ejemplos.

Aunque todavía estamos en un proceso de discusión a nivel científico y social en relación a cómo exactamente nos podría afectar el uso generalizado de la nanotecnología, algunas de las dudas e incertidumbres más claras nacen de la rapidez con la que se está dando todo el proceso de su investigación y aplicación. Por todos es sabido que cuando los procesos de desarrollo se generan con excesiva celeridad, la capacidad de predicción se reduce de forma notable. Aún así, algunos se han atrevido a augurar que la economía se podría ver afectada por la producción poco costosa o que la sobreexplotación de productos baratos podría tener consecuencias funestas para el medio ambiente.

A pesar de que el futuro es verdaderamente incierto en este sentido, es claro que la nanotecnología tendrá una influencia profunda dentro del mundo laboral. Partiendo de este punto, no queda más que promover, desde las instituciones que velan por la salud y seguridad en el trabajo el nacimiento de un interés por conocer y adelantarse a las posibles consecuencias antes de que se produzcan.

La experiencia nos dice que no debemos desaprovechar esta oportunidad. De hecho, si echamos la vista atrás podemos mencionar el caso del amianto o de otros materiales similares que, durante la época de los 70 y parte de los 80 fueron utilizados de forma masiva en la construcción sin que nadie alertase sobre sus posibles efectos nocivos. El resultado es que, al no haber habido una preocupación por la prevención, actualmente las líneas de trabajo en este ámbito se centran en el reconocimiento de la enfermedad profesional y en la búsqueda de paliativos que puedan compensar a aquellos trabajadores que décadas después están sufriendo las consecuencias de la exposición al amianto.

Afortunadamente, en el caso de los nanomateriales estamos a tiempo de realizar una adecuada tarea de prevención. De hecho, este tema ya comienza a ser debatido en los encuentros de especialistas dedicados a los riesgos laborales. Un ejemplo de ello fue el X Congreso Internacional de Prevención de Riesgos Laborales (ORP 2012) en el que se abordaron posibles formas de orientar el trabajo en lo que a nanomateriales se refiere.

Por tanto, no podemos ser ajenos a esta previsible nueva revolución tecnológica que nos afecta a todos. Y que mejor forma de comenzar a trabajar en ello que aunando esfuerzos entre los científicos que están estudiando el desarrollo de nanomateriales y los especialistas en la prevención de riesgos laborales. Solo así podremos garantizar que los trabajadores desempeñan su labor en ambientes seguros para su salud.

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Pilar Collantes Ibañez

Directora General de OSALAN.

Experta en Organización en el Trabajo.

Fuente Prevention World Magazine nº 43

Este contenido ha sido publicado en la sección Artículos Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

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