En la Universidad Técnica Federico Santa María, en Concepción, Chile, inserta en la región más industrial del país, pensamos que es necesario convencer a los niveles gerenciales que la Prevención de Riesgos y en general la Cultura Preventiva, se estudia, analiza, orienta en función a las necesidades y fines de las empresas. En ello no nos equivocamos.
Las empresas, si bien deben cumplir una función social al entregar bienes y servicios a la sociedad, el fin y objetivo central de sus dueños, socios corporativos, dice principalmente relación con maximizar las utilidades en el periodo.
Esta es una realidad a la que no nos enfrentamos. La manejamos con inteligencia emocional y sin derroche de propuestas, ello sin perjuicio de mantener nuestra propia visión de la sociedad y la empresa. Pero, cabe preguntar cuál es la idea que se maneja y exporta. Sencillamente una muy esencial: La Prevención de Riesgos es una forma de maximizar utilidades. Una manera de ganar dinero.
Asimismo, otro concepto de manejo diario es que la Producción y Prevención son la misma cosa, ni siquiera los dos lados de la misma moneda. Una sola acción, de tal modo que no puede haber producción sin prevención.
Fundamentos
Toda empresa en Chile se encuentra afecta a la cotización adicional que es la fuente y principal ingreso del Seguro Obligatorio contra Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales. El mandato legal se encuentra en el Decreto Supremo 67, que fija la cotización básica porcentual de un 0,95 de la remuneración imponible de cada trabajador. Este fondo lo administran las Mutuales de Seguridad privadas y el I.N.P instituto de previsión laboral público. Pues bien, cada tres años la cotización adicional puede sufrir cambios si aumenta la accidentabilidad en las empresas. Pero, en algunos casos hay premios a la excelencia de la labor preventiva y este porcentaje disminuye hasta los niveles mínimos establecidos por la Ley.
En el evento pre establecido legalmente, las empresas pueden perder por periodo un mínimo de 5%, de toda la inversión que requieren para hacer funcionar la empresa. Cifra que en algunos casos puede subir a montos de alrededor de 10%. Estas cantidades en etapas de crisis resultan inviables, insostenibles y fatales para los intereses de los accionistas o de los dueños y empresarios que ven disminuir su capital inicial, en ves de aumentarlo.
Manejar la Prevención con herramientas propias
Teniendo en claro esta realidad proponemos que no haya derroche en materia de prevención, sino optimización de los numerosos recursos con que la empresa cuenta en el día de hoy. ¿Cuáles son esos recursos? Veamos:
El Reglamento Interno de Orden Higiene y Seguridad, exigido por la Ley laboral y que constituye parte del contrato de trabajo y por ende obliga a trabajadores y empresarios al punto que su incumplimiento podría constituir causal de caducidad, “incumplimiento grave” de las obligaciones del contrato. Regula el comportamiento en seguridad dentro de la empresa.
Los Comités Paritarios, instituto de prevención que hasta la fecha no se le ha dado la importancia que tiene en estas materias, es más, ha sido combatido y desperfilado por los propios empresarios o sus mandos. La empresa debe cambiar rápidamente la visión de los C.P., especialmente ahora que la Ley de Subcontratación los exige por faenas.
En esta situación también se encuentra el Departamento de Prevención de Riesgos de la empresa. Dejado de lado, disminuido, limitando sus actuaciones y obstaculizando sus facultades de investigación y apoyo a la empresa.
La Obligación de Informar, establecida en el Decreto Supremo N° 40, como una de las obligaciones esenciales del empresario o empleador en la faena. Asunto que no se cumple, se cumple mal o en forma deficiente. La disposición ordena ala empleador a Informar “debida y oportunamente” los riesgos, peligros, medios de trabajo seguro, formas de protección, utilización correcta de herramientas, etc.
Rol de los Supervisores. En Chile, habiendo recorrido desde Iquique a Valdivia en funciones de capacitación, lo que es como atravesar toda Europa en distancia, nos hemos percatado que el Rol de los Supervisores no es el que la empresa moderna, ágil y de una visión competitiva entrega a sus supervisores. En la mataría de los casos son funcionarios que se dedican a cumplir los mandatos de la mesa gerencial sin capacidad deductiva, menos aún ejecutiva en temas tan esenciales como la forma de producir y la seguridad. Se olvida en el tráfago productivo que los supervisores son la palanca real y efectiva de control de la producción y de todo lo que en la empresa ocurre, incluyendo por cierto, la Prevención de Riesgos. No se peude separar la función del Supervisor entre la producción y la prevención. Tampoco adoptar supervisores exclusivamente de seguridad. Mal síntoma ese que no amarra las labores productivas a la prevención de peligros y accidentes del trabajo.
Capacitación y estudio. Las empresas en Chile tienen buenos y experimentados profesionales: Ingenieros, Supervisores, Prevencionistas. Sus trabajadores se han destacado en grandes obras y son los creadores de la riqueza en el cobre, en el área marítima, en los bosques, en la construcción, etc. Pero, a veces sus jefes no se encuentran a la altura de estos. Son como buenos soldados con malos generales. La proposición es que los profesionales ocupen parte de su tiempo en dar capacitación a la masa de trabajadores, hacerlos dúctiles a la prevención y esforzarse en mantener lazos de comunidad productiva. Se observa como parte del paisaje laboral el eterno encono entre unos y otros. No es bueno para la producción, para la empresa ni para el país.
Conclusión
Estimados amigos, tal vez, esta visión no sea solo de Chile, quizás hay muchos países en que pasa lo mismo. No obstante, se requiere hacer un esfuerzo ante la crisis actual y tener una visión futurista de cómo vamos a enfrentar el tema de la Seguridad Ocupacional cuando en corto tiempo la competitividad sea una de las formas clásicas de dejar atrás la competencia, y en ello todo va a contar. Los excesos de gastos de nuestras empresas hoy, les hace ser perdedoras mañana en el terreno internacional, pues, el lastre de gastos por pérdida de personas y recursos durante la producción, no solo aumentará los costos, sino, que dará un real y efectivo argumento para agredir las exportaciones de nuestra producción exportable (en la idea de los Tratados de Libre Comercio), por la causa del dumping laboral originado en los accidentes del trabajo y las enfermedades profesionales.
Entregamos una visión confiable, real y seria. Sólo esperamos una respuesta positiva de quienes se verán beneficiados con ella.
Manuel Muñoz Astudillo
Manuel Muñoz Astudillo – Universidad Técnica Federico Santa María, Concepción, Chile. Abogado
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