La primera ley antitabaco dejó fuera de la prohibición de fumar al sector de la hostelería, es decir discriminó a casi un millón de trabajadores y trabajadoras que trabajan en este importante sector económico. La segunda ley antitabaco vino a corregir esta grave omisión y desigualdad en salud laboral y generalizó el derecho a no estar expuesto al humo del tabaco y a las sustancias tóxicas que contiene. Ahora, cuando algunos grandes empresarios están planteando la reversión de la ley antitabaco –entre otras exenciones de eliminación de legislación– en los locales de ocio, presionando con el señuelo de hacer grandes inversiones si se les da lo que piden, un estudio recientemente publicado por la Revista Española de Salud Pública, en su número de abril-marzo de 2012, muestra cómo la ley antitabaco se ha acompañado de una importante reducción del tabaquismo entre la población trabajadora española.

El estudio –realizado por Carlos Catalina y colaboradores– obtiene sus datos de 413.473 reconocimientos médicos de salud laboral realizados entre julio de 2009 y junio de 2011 en la Sociedad de Prevención de Ibermatur. Para realizar esta investigación se emplearon datos procedentes del estudio ICARIA, un programa de investigación que analiza el riesgo cardiovascular entre una cohorte de población trabajadora española a partir de los datos obtenidos en los reconocimientos médicos realizados en la Sociedad de Prevención de Ibermutuamur.

Los semestres de 2009 y 2011 fueron elegidos para poder valorar la evolución del consumo de tabaco de los trabajadores durante los seis meses anteriores y posteriores a la entrada en vigor de la prohibición de fumar en los locales de ocio. Además esta información se puso en relación con lo ocurrido en el mismo periodo de tiempo del año inmediatamente anterior. El 69% de los reconocimientos correspondió a varones y el 31% a mujeres. Las ocupaciones manuales (57%) fueron más frecuentes que las no manuales (43%). En cuanto a los sectores de actividad, el mayoritario fue el sector servicios (58%), seguido por la industria (23%), la construcción (16%) y la agricultura (3%).

Los resultados son muy claros: se observa un descenso progresivo del porcentaje de fumadores entre los trabajadores que participan en el estudio. Si durante el segundo semestre de 2009, la prevalencia de consumo de tabaco era del 40,3%, durante el primer semestre de 2011 pasó a ser del 35,3%. Este patrón se repitió en los análisis segmentados en función del sexo, la edad y el nivel de ocupación. Por lo que se refiere a la magnitud del consumo, nuevamente se encontraron variaciones significativas: en julio de 2009 el grupo de consumo más frecuente fue el de los fumadores entre 11 y 20 cigarrillos/día (48,2%), mientras que en junio de 2011 este grupo representa al 43%. Por el contrario, el grupo de fumadores de menos de 10 cigarrillos/día, que era el segundo más frecuente en 2009, fue creciendo de forma paulatina hasta convertirse en el grupo más común a partir de noviembre de 2010. En junio de 2011, los fumadores de 10 o menos cigarrillos día representaban ya un 50% del total. Los fumadores entre 21 y 40 cigarrillos/día pasaron de un 9,3% a un 6,8%. En el grupo de fumadores con un consumo más extremo, más de 40 cigarrillos día, se observa un descenso desde el 0,7% en julio de 2009 hasta el 0,2% en junio de 2011.

Refiriéndose al resultado en el grupo ocupacional de camareros, bármanes y asimilados, donde la prevalencia del tabaquismo es mayor que en el conjunto de la población, el porcentaje de fumadores disminuyó desde el 51,1% en el segundo semestre de 2009 hasta situarse en el 45,6% en el primero de 2011. En cuanto al comportamiento de la magnitud del consumo, el grupo de fumadores de 11 a 20 cigarrillos diarios pasó del 48,3% a un 47,2% entre el último semestre de 2009 y el primero de 2011, mientras que el de fumadores de menos de 10 cigarrillos/día aumentó desde un 40,6% a un 48,8%. Este subgrupo ocupacional, los fumadores fuertes, entre 21 y 40 cigarrillos/ día, se redujo desde el 10,9% en el primer semestre de 2009 hasta alcanzar un 4% en el primero de 2010.

En definitiva, se trata del primer estudio que analiza el impacto de la Ley Antitabaco y muestra descensos importantes en la prevalencia del tabaquismo tanto entre la población en general como entre el colectivo de bármanes, camareros y asimilados, en todos los grupos de edad y sexo. Esperamos que el Gobierno no ceda a las presiones de los lobbies que no dudan en poner en riesgo la salud de las personas y de los trabajadores si ello les facilita ganar más dinero. Las personas que trabajan en la hostelería y otros locales de ocio tienen el mismo derecho a respirar un aire limpio en sus lugares de trabajo que el resto de los trabajadores y trabajadoras.

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Por Experiencia

Fuente Revista Por Experiencia

Este contenido ha sido publicado en la sección Artículos Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

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