“Señor, póngase el cinturón de seguridad, si el policía lo ve sin el, me van a imponer una multa por infracción al reglamento de transito.”

Indicación como esta la hemos recibido de los conductores innumerables veces a propósito de asegurar nuestro cuerpo al asiento de los vehículos en los que viajamos para no salir proyectados al exterior, atravesando el parabrisas, cayendo pesadamente en el pavimento. Es una descripción muy cruda pero así es como sucede. Pretendo sensibilizarlos.

Hasta aquí nada parece extraño, salvo por un “pequeño” e importantísimo detalle: ¿Realmente nos da seguridad el mencionado cinturón?, cuantas veces hemos acatado la orden y hemos sentido y pensado lo que en estos momentos sentimos y pensamos acerca del dispositivo de sujeción al asiento.

El cinturón de seguridad no nos da seguridad.

¿Que es Seguridad?: Los diccionarios lo definen como la certeza de que algo no va a pasar. Entonces, si nos ponemos el cinturón podemos pensar que los accidentes de transito no van a pasar? Completamente falso.

Consecuentemente, estamos donde empezamos: ¿Realmente nos da seguridad el mencionado cinturón?. Si no hemos realizado acciones preventivas antes de conducir por más cinturones que nos coloquemos, no sentiremos seguridad. Subimos a un vehiculo y automáticamente extendemos la mano para colocarnos el cinturón. Si el conductor del vehiculo en el cual viajamos no esta en condiciones optimas para manejar o dicho de otro modo: no es competente, el cinturón en nada influirá en el desenlace de los hechos y el accidente sucederá. No desviemos nuestra atención al elemento más importante. El ser humano que conduce.

En las carreteras el riesgo de accidentes es una condición latente, sencillamente si no es por error propio los accidentes suceden por error humano ajeno y en estos sucesos no deseados el cinturón no nos asegura que puedan evitarse. A lo sumo, evitaría como lo dije al inicio que impactemos con el interior del vehiculo o salgamos despedidos contra el pavimento.

La seguridad no nos la da la conducta ajena, ni los dispositivos de sujeción al asiento, ni los procedimientos ajenos. Ni el SOAT, ni el “seguro contra accidentes” es seguro, porque no nos da seguridad. Ni las mismas empresas de seguros nos dan la seguridad de no tener accidentes. La seguridad no la obtenemos porque nos colocamos el cinturón. La seguridad es una emoción, un sentimiento subjetivo personal que esta en el pensamiento de quien lo genero: La propia persona.

La seguridad nace solamente de la seguridad de haber hecho prevención. La seguridad nace de la seguridad de estar haciendo las cosas bien. Sólo la prevención y el darse cuenta dan seguridad.

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Luis Santiago Asunción Valverde – Enfermero clínico asistencia, Psicólogo – Perú

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Este contenido ha sido publicado en la sección Artículos Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

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