Si nos paramos a pensar el tiempo que pasamos en el entorno laboral, rápidamente nos damos cuenta de que muchos de nosotros estamos más horas en oficinas, despachos o puestos de trabajo en general, que en nuestras casas, disfrutando de la comodidad de nuestro salón o viendo la televisión, por ejemplo.

Las comodidades de los hogares actuales son el resultado de la adaptación de las viviendas a las necesidades de todos los miembros de la familia. Actualmente, la mayoría de las personas tratan de amueblar sus hogares con criterios estéticos pero, sobre todo, con elementos confortables.

Esta búsqueda de la comodidad y de lo saludable debe extenderse en la medida de lo posible al ámbito laboral, toda vez que una parte importante de nuestras vidas discurre en este entorno. Conscientes de ello, cada vez más empresas tratan de mejorar las condiciones laborales de sus empleados, en la creencia de que esto fomentará la satisfacción y el rendimiento de su personal.

En este sentido, la ergonomía se ha convertido en un factor importante dentro de muchas empresas. La ergonomía en el ámbito laboral estudia las necesidades, características y hábitos de las personas y adapta las máquinas y puestos de trabajo a cada una de ellas, con el fin de conseguir que el entorno profesional sea lo más favorable posible.

Con frecuencia, las personas que se incorporan a una empresa “heredan” el mobiliario y los instrumentos de trabajo de sus predecesores, los cuales, seguramente, los habían heredado también. Sin embargo, y a pesar de que las actividades a desarrollar sean similares, las necesidades de unos y otros son distintas. La anatomía, altura, peso, sexo, costumbres, etc., de cada persona requieren un tipo de mesa, silla, o iluminación determinados.

Son muchos los aspectos a tener en cuenta a la hora de adecuar un espacio de trabajo a la actividad que allí se desarrolla y a la persona que lo hace. Aspectos como: la forma de sillas y mesas, la iluminación, el color de las paredes, son conceptos que influyen directamente en el trabajador.

De todos es sabido las consecuencias del uso continuado de un ordenador sin salvapantallas. Pero, también el ruido puede afectar negativamente a la salud y al trabajo de un profesional, o una deficiente iluminación, o una mesa demasiado alta o baja…

Según los estudios realizados en este sentido, unas buenas condiciones de trabajo afectan positivamente al rendimiento del profesional y disminuye el absentismo laboral de forma notable. Una persona que sufre los inconvenientes de una mala distribución de los materiales que habitualmente utiliza o que no cuenta con los medios necesarios, será, por lógica, menos eficiente.

Por el contrario, una buena armonía entre herramienta y hombre dará mayor seguridad al trabajador y su productividad se verá incrementada, además de evitar el riesgo de enfermedades y accidentes laborales. De hecho, según los estudios, las enfermedades más comunes en el nuevo siglo son las relacionadas con la actividad laboral, provocadas por malas posturas, trabajos demasiado monótonos, con poca movilidad o mala iluminación.

Hasta hace unos años, había que elegir entre comodidad o estética, ya que normalmente los artículos de diseño tenían un único fin que era dar un aire elegante y atractivo al entorno de trabajo, en detrimento de lo práctico o funcional. Sin embargo, ahora las empresas pueden organizar sus espacios de trabajo creando una armonía entre salud y estética, elegancia y practicidad. Por lo tanto, la inversión, seguro, merece la pena.

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Luis Vilar, Responsable de Certificación de Producto de TÜV Internacional, Grupo TÜV Rheinland, S.L.

Fuente Revista PW Magazine 0

Este contenido ha sido publicado en la sección Artículos Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

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