Los premios Pulitzer de periodismo en su categoría de “servicio público” han sido concedidos este año a David Barstow y Lowell Bergman, periodistas del New York Times que los días 8, 9 y 10 de enero de 2003 publicaron una serie de tres artículos sobre las malas prácticas en materia de seguridad en el trabajo llevadas a cabo sistemáticamente por la empresa Tyler Pipe, una fundición situada en el estado de Texas, y otras instalaciones pertenecientes todas ellas al consorcio McWane Inc. La publicación de los artículos periodísticos premiados contribuyó a la condena de la empresa por los tribunales de justicia de EE.UU.

El Premio Pulitzer es el más importante galardón literario y periodístico en los EE.UU. Lleva el nombre de Joseph Pulitzer, un judío de origen húngaro de extracción humilde que llegó a ser el periodista más importante y comprometido a finales del siglo XIX en Nueva York. Cada año el premio se adjudica en 21 categorías a trabajos literarios destacados y servicios públicos meritorios en el campo periodístico.

Barstow y Lowell describieron para el New York Times la penosa situación en la que sobreviven los trabajadores McWane en diferentes regiones de los Estados Unidos. Se trata de una de los mayores fabricantes a nivel mundial de tuberías de hierro fundido para agua y alcantarillado, cuya sede se encuentra en Birmingham, Alabama. En las plantas y fundiciones de McWane se han ignorado durante años los principios básicos de seguridad en el trabajo, lo que ha causado la muerte de varios trabajadores y lesiones de diversa gravedad a miles de ellos en una espiral de accidentes y catástrofes, que los directivos de la empresa han intentado ocultar o manipular.

Una constante violación de las normas sobre seguridad y medio ambiente

La Agencia de Salud y Seguridad en el Trabajo de los EE.UU. (OSHA) ha registrado unas 400 violaciones de las normas de seguridad laboral y otras 450 violaciones de las leyes medioambientales, sólo desde 1995. También desde esa fecha han muerto nueve trabajadores, en lo que los inspectores federales de la OSHA han denominado una violación consistente y deliberada de la normativa vigente. Los inspectores de la OSHA se han referido reiteradamente a McWane como una empresa “sin normas” y “reticente” a acatarlas.

Esta empresa que proyecta una imagen social benéfica y de solidaridad, alberga en sus instalaciones un auténtico infierno de equipos obsoletos y sin protección, viola las normas elementales para aumentar el ritmo productivo, almacena y manipula residuos altamente peligrosos sin protección y practica una deliberada política para ignorar las exigencias de las agencias federales y de los trabajadores afectados. Además de acosar e intimidar a los trabajadores lesionados y a los representantes sindicales, McWane Inc. no ha dudado en utilizar sus contactos en las altas esferas políticas para que muchos de los casos por los que ha sido llevada a los tribunales sean sobreseídos o tengan un resultado favorable a la empresa.

Barstow y Lowell denuncian en sus artículos que tal situación no se debe sólo a la conducta irresponsable de la empresa, sino a un sistema que le ha permitido aprovecharse de su incapacidad de impedir las flagrantes violaciones de las normativas ambientales y de seguridad laboral. A estas conclusiones llegó un equipo de periodistas del New York Times y del programa televisivo Frontline de la cadena PBS. Los trabajadores de McWane Incorporated han resultado mutilados, quemados o muertos por las mismas violaciones año tras año, por la falta de equipos de protección, por la manipulación incorrecta de materiales inflamables o por la falta de formación de los trabajadores, muchos de ellos de origen hispano y con un pobre conocimiento del idioma inglés. Las pruebas de tales violaciones se acumulan en las oficinas federales, pero según los propios investigadores de la OSHA: la ley vigente no es adecuada para castigar este tipo de violaciones reiteradas.

La empresa McWane culpable de homicidio

Como resultado de las múltiples denuncias de esta situación, de los artículos publicados por Barstow y Lowell y de las acciones judiciales emprendidas por los investigadores federales, McWane ha sido declarada culpable de uno de los cargos de homicidio ante una corte federal. La empresa había sido multada ya por la OSHA por arriesgar la vida de sus trabajadores y obligada a pagar 169,500 dólares. Al resultar muerto otro trabajador, la OSHA ha multado nuevamente a la empresa con 1.015.000 dólares por responsabilidad civil en el caso y ha iniciado un trámite de responsabilidad penal ante el Departamento de Justicia de los EE.UU., un procedimiento poco común en la agencia. Desde la creación de la OSHA en 1972 sólo 151 casos han sido tramitados como violaciones del código penal, de un total de 200.000 casos de muerte de trabajadores por accidente laboral y 11 empresarios han sido condenados.

El año pasado Tyler Pipe, una de las empresas de McWane Inc. fue objeto de una investigación exhaustiva por parte de investigadores federales y el verano pasado la empresa se declaró culpable ante una corte federal de justicia por ignorar deliberadamente las normas de seguridad y reconoció ante la OSHA que había violado intencionadamente dichas normas en más de diez ocasiones.

La labor periodística de Lowell y Barstow ha sido sin duda excelente y constituye un brillante ejemplo de servicio público meritorio.

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Agustín González – Revista Por Experiencia – ISTAS

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Este contenido ha sido publicado en la sección Artículos Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

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