El calificación de trabajador especialmente sensible no depende de que sufra o no determinados problemas, sino de si sus características personales le hacen más proclive a sufrir daños por su exposición a las condiciones del trabajo, es decir, si es más sensible (“siente más”) a aquello que le rodea o hace. Evidentemente, las migrañas son un indicio de que algo le pasa, y el médico deberá valorar su situación y si es o no especialmente sensible.
Por otro lado, el hecho de que él no se queje de, por ejemplo, una mala ergonomía de su puesto de trabajo, no significa que efectivamente el puesto esté bien diseñado. Conviene investigar las causas de su dolencia, sin descartar ninguna posibilidad.
Las pautas de relajación, etc, son una idea atractiva e interesante. Pero mientras no cuentes con una buena investigación de las causas no tendrás una mínima seguridad de cuál es la solución.