Resistencia al fuego

Te transcribo unos apuntes que tengo en archivos:

COMPORTAMIENTO ANTE EL FUEGO DE LOS MATERIALES DE CONSTRUCCIÓN Y ELEMENTOS CONSTRUCTIVOS. REACCIÓN AL FUEGO. RESISTENCIA AL FUEGO.

Los componentes de un edificio que no tienen una función sustentadora ni compartimentadora se denominan materiales de contrucción. Incluyen, entre otros, materiales de acabados y revestimiento (cerámica, parquet, moquetas, barnices, pinturas etc). Estos materiales se clasifican desde el punto de vista de su reacción al fuego, mediante unos ensayos según la norma UNE 23727 en cinco clases:

M0 – No combustible.

M1 – Combustible pero no inflamable. Su combustión no

Se mantiene cuando cesa la aportación de calor desde

Un foco exterior.

M2 – Inflamabilidad moderada.

M3 – Inflamabilidad media.

M4 – Inflamabilidad alta.

La legislación vigente (Norma Básica de Edificación NBE-CPI-96) limita la aplicación de cada clase según los usos a que están destinados. Así en el artículo 16, por ejemplo, se establecen los criterios de elección de los materiales en función del destino de los mismos, para uso residencial se establece: que los materiales utilizados como revestimiento o acabado superficial… Tendrán una clasificación igual o más favorable que M3 en el caso de suelos y de M2 en paredes y techos. Los cortinajes y otros elementos suspendidos de decoración tendrán una clase M1.

Igualmente, según la CPI-96, los textiles a utilizar en recintos estables cerrados al aire libre y establecimientos desmontables, itinerantes o de temporada de pública concurrencia, (carpas, toldos, recintos deportivos) deben estar clasificados al menos como M2.

Sin embargo, las normas españolas en sus exigencias no son explícitas en dos características importantes de los materiales en caso de incendio: la carga de fuego y los humos.

Los materiales orgánicos presentan valores de carga de fuego caracterizados por su poder calorífico (pc), independientemente de su clasificación al fuego. Este valor es característico de cada material y no se reduce con la adición de componentes ignifugantes que mejoran la clasificación al fuego. Así, productos que son naturalmente M4, pueden pasar a clasificación M1 con ignifugantes, pero mantienen su PC prácticamente igual.

La generación de humos de los materiales combustibles durante un incendio, supone una problemática muy grave.

Los humos representan un riesgo suplementario para la evacuación de las personas y para la lucha contra el incendio, debido a la reducción de la visibilidad y a la disminución del oxígeno respirable. La generación de humos en cuanto a opacidad, está ligada a las características de composición de los materiales, siendo más intensa o más rápida a mayor carga de fuego, especialmente en los materiales plásticos.

El marco normativo de los materiales de la construcción en el ámbito de la Unión Europea emana de la Directiva 89/106/CEE, la cual prevé la publicación de normas que armonicen las exigencias técnicas del comportamiento de los materiales al fuego y que sustituyan a las normas nacionales vigentes en cada estado miembro, facilitando así el comercio de los mismos entre los diferentes estados miembro.

Con dicha finalidad se han publicado las normas europeas EN de ensayo y clasificación de reacción y resistencia al fuego, las cuales se deben transponer a cada estado miembro, estando previsto que sustituyan a las normas nacionales en junio de 2003 y que a partir de junio de 2005 no se admita el uso y comercio de productos clasificados según las normas nacionales.

La normativa europea prevé la clasificación de los materiales en función de su reacción al fuego en 7 clases: A1, A2, B, C, D, E, F . Esta clasificación no tiene una correlación directa con las clases actualmente en vigor en los diferentes estados miembro, dado que se incorporan criterios de valoración nuevos tales como velocidad de llama, calor desprendido y opacidad de los humos.

Los dos primeros niveles, A1 y A2 solo podrán ser alcanzados por productos de poder calorífico muy bajo. En esto se diferenciará sustancialmente de la actual clasificación del M1, que puede alcanzarse incluso con productos de elevado poder calorífico, sin ofrecer ninguna información al usuario para que pueda decidir en esta situación de riesgo.

Todos los niveles, a partir del A2 están condicionados por el factor de velocidad de propagación del fuego en el ensayo, penalizando aquellos productos que lo tienen elevado hacia clasificaciones peores. Al mismo tiempo, se limita en cada nivel el valor máximo correspondiente al calor total desprendido en los primeros 600 segundos de ensayo.

También para todos los niveles desde el A2 existirá clasificación según la velocidad de propagación del humo, así como su producción total en los primeros 600 segundos. De igual modo existirá clasificación para la eventual caída de gotas o partículas inflamables en este periodo de tiempo.

Otra característica es la consideración de los materiales según el concepto “condición final de uso” a diferencia de las actuales normativas que hacen abstracción de este aspecto.

Justificación de materiales

La NBE-CPI 96 establece que la justificación del comportamiento ante el fuego de un material se puede realizar según diferentes procedimientos.

A) Mediante aplicación del apéndice 1 para muros de hormigón o ladrillos cerámicos.

B) Mediante Marca de Conformidad a Normas UNE, sello o certificado de conformidad con las especificaciones técnicas de la NBE.

En tanto no existe Marca, sello o certificado, la propia NBE acepta como documentación acreditativa informe de ensayo emitido por un laboratorio acreditado por ENAC en base a ensayos según norma española (UNE 23102, UNE 23721-730)

La vigilancia del cumplimiento de estos requisitos en el estado español es realizada por los técnicos municipales o los cuerpos de bomberos, dependiendo de la estructura administrativa municipal donde radique el establecimiento o edificio.

Los elementos constructivos

Son aquellos que tienen una función sustentadora o compartimentadora, tales como pilares, vigas, forjados, muros, tabiques, cubiertas, ventanas, etc. En cuando al comportamiento de estos elementos la NBE establece unas exigencias determinadas por ensayos según la Norma UNE 23093 en la que se definen las condiciones siguientes:

A) Estabilidad al Fuego (EF). Tiempo expresado en minutos que mantiene la estabilidad o capacidad portante.

B) Ausencia de emisión de gases inflamables por la cara no expuesta al fuego.

C) Estanqueidad. Impide el paso de gases calientes y llamas que provoquen la ignición de materiales combustibles en la otra cara.

D) Resistencia o aislamiento térmico. Impide el paso de calor que provoque la ignición de materiales combustibles en la otra cara.

La condición de aislamiento térmico es excluida de las puertas.

El requisito de Resistencia al Fuego (RF) se utiliza en la protección estructural y exige el cumplimiento de las cuatro condiciones anteriores. El requisito de Parallamas (PF) exige el cumplimiento de las condiciones a), b) y c). El requisito de Estabilidad al Fuego (EF) es exigible a elementos sustentadores como los pilares a los que sólo se les exige la condicón a). En cambio un elemento sustentador y compartimentador como es un muro cortafuegos deberá tener una resistencia al fuego RF determinada.

Todos estos valores se expresen en minutos y la escala de tiempos normalizada sigue este orden: 15, 30, 60, 90 120, 180 y 240 minutos.