El plan, para cuya ejecución se incorporarán 8 profesionales con un presupuesto de 400.000 euros en 2017, incluye un programa frente a los accidentes que plantea, entre otras medidas, incrementar el asesoramiento y control a las empresas, y reforzar la participación de los trabajadoras en la gestión de los riesgos.
Sus líneas de actuación se centran principalmente en la prevención, el cumplimiento de la legislación, la mejora de las condiciones de trabajo, el fortalecimiento del papel de los interlocutores sociales, la mejora del conocimiento de los riesgos laborales, y el incremento de la formación.
Para ello incluye 9 programas concretos: disminución de accidentes, prevención de trastornos músculo-esqueléticos, mejora de la gestión de los riesgos higiénicos, detección de riesgos y daños psicosociales, disminución de exposición en grupos de especial vulnerabilidad; vigilancia de la salud y epidemiológica, mejora del sistema preventivo, formación e información de los agentes implicados; y colaboración y coordinación interinstitucional.
Según refleja el plan, a partir de 2012 y tras una década de descenso de los índices de siniestralidad laboral, se produjo un repunte que algunos expertos achacan a la incorporación de personas nuevas, cambios en la organización del trabajo en condiciones de mucha exigencia, y modificaciones legislativas que han aumentado la vulnerabilidad.
En Navarra, la accidentabilidad aumentó en 2015 un 4,9%, hasta los 31,7 por cada mil trabajadores, aunque los graves y mortales continuaron descendiendo, un 10,6%.
Por eso el plan aprobado ahora se propone contener el aumento de la siniestralidad laboral, impulsar el cumplimiento real de la legislación, y reforzar la participación de los delegados de prevención y trabajadores en la seguridad mediante visitas de asesoramiento y control a las empresas.
Quiere también entre otros objetivos mejorar la formación y el número de los profesionales de la prevención, y potenciar las ayudas para la adaptación de equipos y mejora de las condiciones.
Se ocupa asimismo de los grupos de trabajadores más vulnerables para los que propone medidas como la reincorporación progresiva al trabajo en algunos supuestos tras una baja prolongada, e impulsar una adecuada gestión del riesgo laboral para la maternidad.
Otras líneas son fomentar el envejecimiento saludable en el trabajo, la promoción de la inclusión en los convenios colectivos de cláusulas para la exención voluntaria del turno de noche a empleados mayores de 50 años, y el desarrollo de actividades de prevención y de asesoramiento a autónomos.
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