La pérdida de cultura preventiva y la ausencia de representación sindical en las empresas más pequeñas está haciendo que en Castilla-La Mancha se registren mayor número de siniestros laborales.
Así asegura la secretaría regional de la Salud Laboral de CCOO regional, Raquel Payo, y el secretario provincial de CCOO, José Manuel Muñoz, en el transcurso de la Jornada ‘Responsabilidad empresarial ante las infracciones en salud laboral: actuación de la Inspección de Trabajo y la Fiscalía’, donde analizaron las actuaciones de la Fiscalía y la Inspección de Trabajo en el campo preventivo.
El secretario provincial de CCOO, señaló que más del 60% de los accidentes laborales de la provincia (cerca de 1.000 el año pasado) en empresas de entre uno y 25 trabajadores se registran , unos resultados que vinculó a la ausencia de presencia sindical, una representación que sí hay en las empresas de mayor tamaño.
Recordó que han fallecido seis personas en Ciudad Real en lo que va de año, respecto a las 10 registradas en todo el año pasado, de las cuales la mayoría pertenecían a centros de trabajo con “un número de empleados menor”.
Así pues, Muñoz solicitó mas implicación de la Administración para que aumente la inversión y reivindicó el papel de Inspección de Trabajo y Fiscalía “como pilares fundamentales para evitar que se produzcan accidentes” y para que las empresas pongan en práctica medidas de prevención de riesgos laborales que “frenen el repunte de la siniestralidad en la región, por la laxitud y la dejadez de los empresarios”.
Para la secretaria regional de Salud Laboral de CCOO. son imprescindibles jornadas formativas porque “hay que estar vigilantes de la salud y la seguridad de los trabajadores, una responsabilidad empresarial que a veces no se ejerce y se dan malas condiciones de salud y de seguridad, que hacen que haya habido un repunte en la siniestralidad en la región y en Ciudad Real”.
Alertó de la subida hasta el 4,7% en 2014 de la tasa de accidentalidad en la región, casi cuatro puntos más sobre el 1% de 2013, unos datos que, a su juicio, se atajan, entre otros factores, con el trabajo de los delegados de prevención.
Denunció “el caldo de cultivo” que justifica el repunte de la siniestralidad, “entre la falta de inversión y el miedo de los trabajadores a reclamar unas mejores condiciones laborales de seguridad y salud por temor a ser despedidos con la actual reforma laboral”. Precisamente, esta circunstancia se expresa en el fenómeno “del presentismo laboral, con los trabajadores incorporados sin estar en plenas condiciones de salud”.
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