Cuando se le pregunte sobre lo que, en general, regula las actividades del trabajo, un supervisor contestará: “Los objetivos y principios propios y la realidad de la situación dada.” Ninguno de estos factores explica o regula, por sí solo, la acción; todos operan en cualquier situación. Sin embargo, los objetivos tienen que ser la finalidad de la actividad de trabajo y la actividad tienen que emprenderlas los individuos.

Así pues, los principios de la supervisión (reglas generales, conceptos, verdades fundamentales, dogmas aceptados) constituyen las guías mediante las que el supervisor pasa de una situación productiva-preventiva a la siguiente.

Tienen una importancia enorme por cuanto gobiernan la acción, es decir, la aplicación u operacionalidad de las técnicas de supervisión. Algunos principios más importantes de la supervisión son:

  1. Consideradas funcionalmente, la dirección y supervisión no pueden separarse ni establecerse aparte una de otra. Son funciones coordinadas, complementarias y mutuamente compartidas en el funcionamiento de cualquier organización.
  2. La dirección se ocupa de condiciones en general; por lo común. La supervisión se ocupa de mejorar un trabajo o labor en particular.
  3. La supervisión ha de ser sensible a los cambios, ha de estar impregnada de una condición experimental siempre y debe dedicarse continuamente a la reevaluación de los objetivos y a evaluar materiales, políticas y métodos.
  4. La supervisión deberá respetar la idiosincrasia y las diferencias individuales, y buscará proporcionar oportunidades para la mejor expresión creativa de cada personalidad.
  5. La supervisión deberá proporcionar plenas oportunidades para la formación conjunta de políticas y planes acogiendo gustosamente y utilizando la libre expresión y las aportaciones de todos los interesados.
  6. La supervisión deberá estimular la capacidad ejecutiva, la confianza en sí mismo responsabilidad de cada persona e desempeño de sus funciones.
  7. La supervisión deberá basarse en el supuesto de que los trabajadores pueden mejorar. Tendrá que aceptar idiosincrasias, a renuencia a colaborar y el antagonismo como características humanas, exactamente del mismo modo que acepta lo razonable: cooperación y una actividad sinérgica. Las últimas son aportes positivos.
  8. La supervisión deberá sustituir la función dirigente-orientadora por la autoridad, que debe reconocerse como derivada de los hechos propios de la situación. La autoridad personal, si fuere necesaria debe derivarse de la planeación del grupo.
  9. La supervisión deberá basarse en el actuar y en el convencimiento y el acuerdo.
  10. La supervisión deberá emplear métodos, actitudes científicas aplicables al trabajo, al trabajador y a los procesos de trabajo. No en vano, todas las acciones derivadas de las relaciones de producción tienen base científica, tanto desde el punto de vista económico, como de los principios de la ingeniería de la producción.

 

En situaciones en las que no sean aplicables los métodos científicos, la supervisión deberá emplear los procesos de la aplicación lógica en el estudio, el mejoramiento, la visión comparativa del trabajo, el trabajador y los procesos trabajo. La supervisión, ya sea mediante métodos científicos o procesos ordenados de la formación empírica e intelectual, debe derivar y utilizar los análisis estadísticos y conclusiones que sean más objetivos, precisos; suficiente mejor obtenidos y más sistemáticamente organizados y utilizados que los datos, conclusiones más allá de una opinión descontrolada. En una palabra, la supervisión es activa, dinámica y enriquecedora, pues, se realiza por quien está probado profesional y empíricamente en la función.

La supervisión debe juzgarse y medirse por los resultado que obtenga, en la medida que estos sean favorables y relacionados con los fines de la empresa. Los supervisores que conocen cabalmente los principios de la supervisión y se guían por ellos son, por lo general, mucho más efectivos y eficientes que los que operan a nivel técnico. El principio fundamental implicado en cualquier situación dada ayudará a la orientación y elección de cualquiera de varias técnicas que pueden ser aplicadas.

Esto no equivale a decir que los métodos o técnicas son innecesarios o que carecen de importancia. Nada podría realizarse si se careciera de métodos y técnicas. Estos constituyen el aspecto cambiante y fluctuante de la acción supervisora. Sin embargo, en su origen se encuentran los principios más permanentes y fundamentales que gobiernan el uso de los métodos y las técnicas y que, a la larga, determinan el éxito o el fracaso.

5 1 vota
Valoración

Manuel Segundo Muñoz Astudillo

Nacionalidad chileno, autor de obras relacionadas con la SSO, comentarista y conferencista. Profesor Universitario, Universidad Técnica Federico Santa María sede Concepción, también en Universidad de Concepción invitado. Abogado de profesión y juez civil. Docente en el ramo de Legislación Laboral en SSO. Escribo en www.sso.bligoo.cl página al servicio de los interesados y administra el Grupo Facebook: PREVENCIONISTAS UNIDOS, de más de 32.000 participantes.

Fuente

Este contenido ha sido publicado en la sección Artículos Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

Manuel Segundo Muñoz Astudillo

Chileno, autor de obras relacionadas con la SSO, comentarista y conferencista. Profesor Universitario, Universidad Técnica Federico Santa María sede Concepción, también en Universidad de Concepción invitado. Abogado de profesión y juez civil. Docente en el ramo de Legislación Laboral en SSO. Escribo en www.sso.bligoo.cl página al servicio de los interesados y administra el Grupo Facebook: PREVENCIONISTAS UNIDOS, de más de 32.000 participantes.
Suscribirme
Notificar de
guest
:arrow: 
:D 
:? 
8-) 
:cry: 
:shock: 
:evil: 
:!: 
:geek: 
:idea: 
:lol: 
:x 
:mrgreen: 
:| 
:?: 
:P 
:oops: 
:roll: 
:( 
:) 
:o 
:twisted: 
:ugeek: 
;) 
 
0 Comentarios
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios