La mediación con enfoque estratégico se basa en la teoría sistémica a la que no interesa el individuo sino las maneras de organización del sistema en el que interacciona el individuo; también se basa en el constructivismo para el que no existe una realidad sino tantas realidades que varían según el punto de vista que se escoge para observarla y así mismo se basa en la concepción unitaria de la persona de Milton Ericsson y que contempla las limitaciones y la resistencia al cambio no como un obstáculo sino como una fuerza orientada a la solución.

Se trata de una intervención breve y focalizada, orientada hacia la extinción de los síntomas y hacia la reestructuración de la percepción que la persona tiene de sí misma, de los otros y del resto del mundo. De manera que es un modelo teórico y operativo para la solución, en tiempos cortos, de la mayoría de los problemas del individuo, la pareja y la familia, aplicable también a contextos socioeducativos, escolares y empresariales.

Los problemas psicológicos del ser humano son el producto de un modo de percepción y reacción disfuncional hacia la realidad. Un cambio en la percepción de la realidad de una persona llevará a cambiar sus reacciones a nivel emocional, cognitivo y conductual (Nardone y Portelli, 2006). 

El enfoque estratégico se dirige a modificar la representación que el trabajador tiene de su propio problema de un modo específico y de la propia realidad en un sentido más general, de manera que no solo se soluciona el problema sino que se construyen nuevas herramientas a disposición de las personas para enfrentarse de un modo mas eficaz a sus propias vidas. 

Se trata de un enfoque orientado principalmente al cambio, y el principal instrumento terapéutico utilizado es el diálogo estratégico, mediante el cual el psicoterapeuta guía a la persona hacia una percepción alternativa de la realidad y a descubrir el modo de resolver sus problemas y dificultades en relación consigo misma, con los demás y con el mundo (Nardone, 2006; Nardone y Salvini, 2011). También se utilizan tareas, prescripciones (de comportamiento tanto directas como indirectas), redefiniciones, reformulaciones (expresando lo mismo con otras palabras), desafíos, paradojas, metáforas, aforismos u otras herramientas, que de forma directa o indirecta, intenta que el paciente encuentre su propio camino hacia el cambio (Nardone y Watzlawick, 2003; Nardone, 2008; Nardone, 2009)

El enfoque estratégico induce cambios en las modalidades con las que las personas han construido realidades disfuncionales, partiendo de la premisa de que la mente humana es activa y constructiva, esto es, crea la realidad que después sufre. Es por esto que el enfoque estratégico conduce a una redefinición cognitiva y a experimentar percepciones alternativas de su realidad, con el objetivo de promover la construcción de un nuevo sistema perceptivo-reactivo, que le facilitará las relaciones consigo mismo y con los demás.

El enfoque estratégico parte del supuesto de que, ante la percepción de un problema determinado, el ser humano lleva a cabo una serie de acciones que, en ocasiones, en lugar de resolverlo pueden llevar a que la situación problemática se mantenga inalterable, creando un círculo vicioso en el que las soluciones intentadas forman parte del problema y lo alimentan. Es decir, que estas soluciones intentadas que la persona pone en marcha en lugar de resolver el problema lo mantienen o lo agravan (Hirsch, 2007). 

Si se bloquean o se cambian las soluciones intentadas disfuncionales se interrumpe el círculo vicioso que alimenta la persistencia del problema, abriendo el camino a un cambio real y alternativo (a nivel emocional, cognitivo y conductual), basado en nuevas percepciones de la realidad (Nardone, 2010).

La palanca de cambio es la solución intentada, porque es ésta la que ha convertido una dificultad en un problema. 

La intervención estratégica es de tipo activo y prescriptivo. Es decir, en cada sesión se prescribe una serie de tareas que se llevarán a cabo en el tiempo transcurrido entre las sesiones; a diferencia de lo que ocurre en otras terapias psicológicas, el paciente tiene un papel protagonista por su gran implicación en el proceso de cambio. Esto a su vez, hace que el tratamiento le resulte más interesante al paciente e incluso podría decirse que divertido, ya que cada semana desde la primera sesión, la persona va haciendo nuevos descubrimientos sobre sus capacidades de cambio, lo cual resulta realmente sorprende y satisfactorio.

Este arte de solucionar complicadas patologías mediante fórmulas aparentemente simples consiste en una síntesis de antiguos conocimientos, como la retórica helenística de la persuasión o el arte chino de la estratagema (Nardone, 2004b), y otros modernos, como la epistemología constructivista, los estudios sobre la hipnosis y la sugestión o la resolución estratégica de problemas. 

La intervención la debería de realizar alguna persona con preparación del servicio de prevención de riesgos laborales o de recursos humanos de la empresa.

Hay que crear una atmósfera sugestiva y saber que la relación va dirigida siempre al cambio. En una primera fase hay que tomar una parte activa y utilizar un tipo de comunicación inductivo y sugestivo, formulando preguntas que permitan al trabajador descubrir aspectos que le habían pasado inadvertidos. 

En esta fase de indagación e investigación provoca ya el primer cambio. Se trata de que se genere un contexto cognitivo, actitudinal y emocional en el cual el problema pierda su razón de ser, desaparezca como tal. Y en el que se construya otro mapa del las relaciones interpersonales entre los trabajadores a través de reencuadres o reformulaciones. También se pueden emplear diversas técnicas de comunicación como el parafraseo, las redefiniciones, etc., a fin de concretar y redefinir el contenido de lo que va saliendo. Los trabajadores suelen sentirse comprendidos y convencidos de que son ellos quienes llevan las riendas. Todo el proceso es suave e indirecto, sin dirigismo. 

También se puede dar paso a la psicoeducación sobre la problemática física o psíquica del trabajador, si la hubiere. Las técnicas de manejo de ansiedad con el fin de disminuir intensidad de la respuesta fisiológica e interrumpir el circuito de retroalimentación y la orientación sobre la implicación en el puesto de trabajo. 

Además se trata de educar acerca de los mecanismos que desencadenan y mantienen el problema. Esta información permite reinterpretar los problemas. De manera que se pueda bloquear la situación y generar un cambio. Porque se han bloqueado las soluciones intentadas para solucionar los problemas, que mantenían o exacerbaban el problema (Nardone, 2002). 

Es crucial determinar la solución intentada para desechar aquellas soluciones que no son eficaces, para no sugerir soluciones que ya han intentado; si se está intentando una solución exitosa,  sólo es necesario apoyarla (Nardone, 2010).

En el enfoque estratégico se reconocen y validan los sentimientos que se experimentan a partir de los problemas, se busca identificar las pautas de relación disfuncionales en que se encuentra el trabajador/es, se analizan algunas formas de cómo podrían interrumpirse o introducir algún cambio en ellas. Se busca explorar y resaltar los recursos de los trabajadores para, a partir de ahí, construir formas de resolver los problemas. Se sabe que un pequeño cambio significativo en la vida de las personas puede llevar a grandes cambios. Se exploran las creencias que sostienen ciertas formas problemáticas de interactuar en la relación, se trabaja a partir de ellas, se hacen explicitas y se revisan y cuestionan, si es necesario.

Cuando uno de los trabajadores se arriesga a tomar la iniciativa y reaccionar de manera diferente ante una situación que, hasta ese momento, ha sido un problema para su relación, abre la posibilidad de que se empiecen a obtener resultados distintos. 

Sin embargo, muchas veces, los trabajadores se quedan esperando a ver quien va dar el primer paso en una dirección distinta, temerosos de ser los primeros y quizás salir lastimados en el intento. 

Desde este enfoque, cada una de las interacciones entre las personas pueden ser miradas como “experimentos” en los que uno actúa de una cierta manera y observa muy atentamente cual es el resultado que se obtiene con esta reacción. 

0 0 votos
Valoración

Fernando Mansilla Izquierdo

Psicólogo Especialista en Psicología Clínica y en Psicoterapia. 

Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales en las Especialidades de Seguridad en el Trabajo, Higiene Industrial y Ergonomía y Psicosociología Aplicada.

Fuente Prevention World Magazine nº 47

Este contenido ha sido publicado en la sección Artículos Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

Suscribirme
Notificar de
guest
:arrow: 
:D 
:? 
8-) 
:cry: 
:shock: 
:evil: 
:!: 
:geek: 
:idea: 
:lol: 
:x 
:mrgreen: 
:| 
:?: 
:P 
:oops: 
:roll: 
:( 
:) 
:o 
:twisted: 
:ugeek: 
;) 
 
0 Comentarios
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios