Si después de leer nuestro primer post sobre cómo clasificar los costes de la prevención de riesgos laborales crees que es una buena idea lanzarlo en tu organización, aquí te daremos algunas pistas sobre cómo realizar su estimación y controlar su evolución.

La gestión preventiva en tu empresa debe estar orientada a demostrar que invertir en prevención es rentable, pero teniendo en cuenta 2 aspectos clave: el grado de madurez preventiva de tu organización y la relación coste/beneficio de las acciones que quieras llevar a cabo. Es decir, que no todas la acciones preventivas son rentables.

¿Son mis costes de prevención elevados?

Si tu empresa no tiene una cultura preventiva arraigada y le comentas a la dirección que quieres implementar un programa de medición y control de costes preventivos, en el caso de que tengas suerte, te preguntarán por los costes de los accidentes y si no la tienes, enseguida le vendrá a la mente recortar personal o disminuir facturas con proveedores.

Esto origina que los técnicos se centren en actividades de evaluación y corrección de accidentes e incidentes, en lugar de implantar verdaderas medidas preventivas, debido a los pocos recursos con los que suelen contar. Como primera aproximación, la gestión de los costes debido a accidentes es un primer paso.

Por ello, antes de avanzar, debes tener una primera estimación de los costes preventivos, para convencer a la dirección de las ventajas que puede tener un programa de estas características. Una cosa está clara, si alguno de los índices de accidentabilidad que manejas está por encima del ratio del sector, intenta traducir dichos ratios en una métrica de coste, quizá alguno cambie su perspectiva sobre si es mejor prevenir que curar.

Para realizar la estimación debes hacer 2 cosas:

1. Definir una métrica de medición que te ayude a “vender” la gestión preventiva en tu organización.
2. Recoger todas las actividades de tu empresa que son susceptibles de suponer un coste preventivo, para identificar qué áreas y/o actividades son más susceptibles para invertir y mejorar.

Métrica

Lo primero que tenemos que elegir es una métrica que nos proporcione una visión clara de la evolución de los costes preventivos y, si es posible, que nos permita compararnos con otras empresas del sector (benchmarking).
Los más comunes son:

  • Ratio sobre ventas. Seguramente el más común en una primera aproximación porque esta información suele ser sencilla conseguirla en la organización si publica informes periódicos sobre ventas. Sin embargo, debes tener en cuenta que este ratio es poco flexible a la hora de mostrar cambios a corto plazo y depende de la evolución de los precios de venta.
  • Ratio sobre coste de fabricación. Este ratio también es utilizado en las empresas manufactureras, en el que se comparan los costes preventivos frente a la suma de los costes de mano de obra, materias primas e indirectos de fabricación. Si los precios de compra y de mano de obra son estables, es un buen indicador. Otra cosa es el acceso que tengas a la información de contabilidad analítica de tu empresa.
  • Ratio sobre coste de mano de obra. Análogo al anterior, pero indicado para empresas de sector servicios. Por ejemplo, si suponemos que el coste por hora bruto de un técnico de mantenimiento son 20€/hora y utiliza una media de 3 minutos de cada hora en realizar las comprobaciones de seguridad (enclavamientos, cortes, etc) previas a la intervención en sí, el coste preventivo de esta actividad sería 1€/h. Como se observa en el ejemplo, este ratio es sensible a los cambios en los métodos y procesos.
  • Ratio sobre unidades fabricadas/vendidas. Puede utilizarse como alternativa a las métricas anteriores si no tienes acceso a la información financiera. Por ejemplo, 10€ de coste preventivo por cada 1 Tn de mercancía transportada o 5€ por cada 1 Tn de queso producido.

¿Dónde invertir? ¿Dónde realizar esfuerzos?

Si eres capaz de realizar una estimación detallada de los costes preventivos de tu organización, quizá logres captar la atención de la dirección para implementar un control de los mismos y conseguir inversiones en aspectos que ayuden a mejorar la gestión preventiva de tu organización.

Para ello debemos conocer los costes tangibles en los que se incurre en cada departamento y en cada actividad que éste realiza.
Por ejemplo:

costes_2_areaseys

Una vez hayas obtenido esta información, sabrás si inviertes más en prevenir o en curar, por lo que sabrás con un poco más de exactitud si la gestión preventiva de tu empresa está más o menos orientada hacia la excelencia preventiva.

¿Cuál es el punto óptimo de inversión en prevención? Pues será el que minimice tus costes preventivos, que, por lo general se alcanza cuando el coste de los accidentes/incidentes es menor que el coste preventivo.

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Fuente. Elaboración propia a partir de NTP 983 del INSHT.

¿El punto óptimo de inversión es siempre el mismo? No, ya que como hemos dicho, dependerá de la madurez preventiva de la empresa y de su capacidad para absorber los cambios. A mayor madurez preventiva de la empresa se obtienen mejores resultados con menor inversión, lo que suele coincidir con organizaciones que de forma global invierten en las personas.

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Manuel Martín, AREASeys

Socio Consultor/COO de AREASeys. Executive MBA por el IE y Licenciado en Física. Experto en el área de operaciones y PRL, con más de 12 años de experiencia en Perfomance Improvement y gestión de Servicios de Prevención Propio.

Fuente

Este contenido ha sido publicado en la sección Artículos Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

Manuel Martín | AREASeys

CEO de AREASeys. Executive MBA por el IE y Licenciado en Física
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